Compramos energía a futuro

MALVA (Zamora)

Puesta de sol
Foto enviada por mjl

Bueno pues no ha estado mal para terminar la semana con una sonrisa.
Bueno chic@s, me despido hasta el lunes, voy apasar el finde en la sierra, entre Madrid y Toledo. Jmg, a Malva no iré hastael 19 o 20 de Agosto. Besos.
En fín, ¡salud y buen fin de semana!. Espero que, con nuestras historias, como son tan caseras, no aburramos a los que nos conocen menos, como Iam, Quita, Felipe, etc, etc. y terminemos auyentándolos del foros. Besos a todos.
Heli, sigue con el mismo metodo del correo, que para mí es más facil recopilar, y ando un poco liado.
En fín, ¡salud y buen fin de semana!. Espero que, con nuestras historias, como son tan caseras, no aburramos a los que nos conocen menos, como Iam, Quita, Felipe, etc, etc. y terminemos auyentándolos del foros. Besos a todos.
El tal Don Juan Misol, lo dejaremos así porque le da otro aire a la historieta, les quiso enseñar aquel adelanto de la ciencia dando una vuelta a todo el que se atreviera a montar. Creo que delante se sentó Rogelio y mi tío, se fue atrás, al gallinero. No hicieron más que pasar de la era de Modesta, cuando Don Juan oyó a mi tío Ángel quejarse:
- Desde le digo, Don Juan, que estos cacharros no son muy cómodos que digamos.
- Pero, ¡qué bobadas tienes Ángel! A ver si te crees que vas en la burra, ... (ver texto completo)
Recuerdo de él algunas anécdotas, como la noche que fue a trasnochar a casa de mi abuela Aquilina y, para que no se quedaran helados, arrimó una miaja, a la estufa, el cajón donde había metido unos pollicos recién comprados. Al volver de la velada, le dio el olor a chamusquina en la trasera de Teonila. Los pobres pollos no se anduvieron con músicas celestiales y acabaron sus días como San Lorenzo.
Fede se acordaba perfectamente de que era Miguel el encargado de llevar el bote toda la noche, pero aquello empezaba a olerle a chamusquina. Tan cierto como la luz del día era que, por mucho que se palpara el bolso, Fede no encontraría ni agujeros, así que, mosqueado por tanto lujo, avisó:
- Oye, Miguel. A ver si no te va a llegar con el dinero del bote...
- Tengo diecisiete pesetas, contestó Miguel, en voz baja.
En cuanto Fede oyó eso, saltó del taburete y antes de que Miguel contara las quince ... (ver texto completo)
Fede, empezó a salibar y a duras penas contenía la baba que ya le empezaba a caer, mientras Miguel buscaba el corrusco en el cesto del pan que ya había puesto el camarero. Cuando este trajo la ración, no dejaron ni que posara el plato en la barra, salvo para arrebañar el final de la salsa.
Cada uno tenía una estrategia para volver y la de Miguel y Fede, que se vieron solos sin comerlo, aunque si por haberlo bebido, era la de ir a la estación de Renfe a ver si pasaba por allí, como solía hacer Valentín, el de los treinta y tantos motes. Se dirigieron a la cafetería y pidieron un par de cortos porque, a esas horas, ni el bolso ni la tripa estaba para grandes empresas. Con dos lambrucios como aquellos, lo más propio es que, antes que Valentín, viniera a buscarles un hambre del copón, ... (ver texto completo)
Era típico que, de mozos, fuéramos a pasar los Jueves Santos a la calle Los Herreros de Zamora que, para los que no la conozcan es una calle llenica de bares y que se pone hasta los topes, lo mismo dentro que fuera. Como nos juntábamos doce o catorce, era habitual que pusiéramos un bote y que, de ahí fuera saliendo para pagar las rondas. Aquel año, por primera y única vez, llevó el bote Miguel.
Debió ser tan evidente la pillada, que cuando llegó la hora de pagar, en un acto de honradez acrisolada, pidieron el importe de dos vinos... y una alita. A lo que el camarero les respondió:
- ¡No, una alita, no! ¡Tres alitas!.
Por una vez se tiraron los pájaros a las escopetas.
Quedaron, una tarde, en tomar unos vinos por Cuatro Caminos, donde había unos bares mu majos pa esos efectos. Entraron en uno de ellos y pidieron dos vinos, uno con gas y otro solo. Estaban prácticamente solos, con el camarero mirando pa la tele, donde echaban algo que parecía distraerle mucho.
Ahora me he acordado de una, aunque creo que ya la sabéis. Voy a escribirla aparte y ahora vuelvo.
Últimamente no se me ocurren anécdotas que contar porque, además estoy rematando lo que me ha mandado escribir Miguel. Desde luego esto parece el Ateneo de Malva con tanta buena escritura.
Heli ya nos ha dao el parte, espero que hoy ande mejor de tiempo y nos cuente alguna de las suyas.