Yo recuerdo que llebavan cantos en calderos de estaño que hacian un ruido infernal
Y nosotras, las de la panda (Msol, Manoli, Marina, Manuela) íbamos con tapaderas y hasta con una pozaleta. Menudo cortejo, se llenaba la
calle del Ochavo de punta a punta.
Encima se casaron en secreto, de madrugada, para que no se enterara la gente y el cortejo los pilló a la salida de la
Iglesia.