IRENE GÓMEZ, FUENTESAÚCO «Por una segura circulación, movilización». Es el mensaje inscrito en la pancarta que encabezaba la manifestación celebrada ayer en Fuentesaúco para exigir una reforma de la variante que en su apertura provisional -todavía está en obras- ya se ha cobrado la vida de dos personas.
Ha sido ese trágico accidente el detonante de una movilización promovida por el PSOE de Fuentesaúco y secundada por unas doscientas personas, la mayoría de la cabecera de comarca aunque también se vio a algunos vecinos de otros pueblos de la zona, habituales usuarios del la variante construida para desviar el tráfico por el casco urbano del municipio. El grupo salió de la Plaza Mayor, atravesando el centro del pueblo donde se celebraba el mercadillo semanal, para terminar en el acceso de Cañizal, donde la madrugada del 12 de julio perdió la vida el matrimonio.
Allí los manifestantes guardaron un minuto de silencio por las víctimas. Fue el único momento en que cesaron las críticas, quejas, lamentos y también el latente malestar de los ciudadanos «que veíamos venir la desgracia», apuntaba María Muñoz, una de las participantes en el acto de protesta. Con el dramático accidente todavía reciente la sensibilidad estaba a flor de piel.
«Es un proyecto totalmente equivocado, han pretendido quitar la circulación pesada del centro del pueblo y han creado un problema mayor. Lo más preocupante es que ya ha habido dos muertes y no ha llegado el invierno cuando, en esta zona de la meseta, se asienta la niebla cerrada y persistente», expresaba Florencio Rodríguez. «Eso (en referencia a los accesos) son trampas mortales que han creado; igual que antes se las hacíamos a los pájaros ahora nos los hacen a las personas. Lo que esperamos es que la Junta tome conciencia de esto que se ha hecho, están a tiempo de modificarlo y que lo hagan, por favor, porque sino esto va a ser un drama permanente».
El temor a nuevas desgracias, si no se modifican las raquetas y se transforman en rotondas (como piden los usuarios para circular con seguridad), es general. «Yo lo vi desde el primero momento fatal, no mal fatal. No hacer rotondas donde hay un peligro grandísimo, me da que pensar».
«Habíamos anticipado que iba a haber un accidente grave en fiestas y así ha sido, tres días después», lamentaba José Antonio Prada.
«Cuando te pongas a pasar con niebla por una carretera con un vehículo largo o con un vehículo agrícola, es meterte ahí y jugártela», añadía José Tola. El malestar se extiende también a los agricultores, que se ven obligados a salir con ganado, cosechadoras y toda la maquinaria agrícola a las carreteras de Toro o Fuentelapeña porque «el único camino que comunicaba tres mil hectáreas lo han cortado», expresaba Tola. Se pregunta así cuando se construirá el prometido paso elevado que evite ir por las carreteras; «que nos digan la fecha porque si va a ser para el año 3000, a mí ya no me vale».
Aunque el PSOE era el convocante de la protesta, ninguna pancarta aludía a este partido; «es un problema que no debe ser utilizado políticamente», puntualizó Berta Romero. Sin embargo, ningún alcalde de la zona acudió a manifestarse, ni tampoco miembros del equipo de gobierno saucano (del PP). Otros echaban en falta una mejor planificación que probablemente hubiera aumentado la participación. «Mucha gente ni se ha enterado», apuntaban algunos.
Entre tanto, desde Zamora, el delegado de la Junta, Alberto Castro, reiteraba que la obra «está en construcción», que los accidentes «son tres y echaba en cara a los socialistas la «utilización torticera y política de una desgracia». El responsable de la Junta, que dijo haber visitado «muchas veces» la obra y por ello «no es cierto que no exista visibilidad», confirmó la próxima reunión con alcaldes de la zona, con asistencia de técnicos de la Junta y de la empresa «para explicarles la obra y también la opinión que tiene ellos».
Respecto al paso elevado comprometido hace un año, Castro confirmó que está aprobado el modificado de la obra, que supera los cien mil euros. «Ahora está calculándose la estructura del paso elevado, estamos trabajando para ejecutarlo».
Ha sido ese trágico accidente el detonante de una movilización promovida por el PSOE de Fuentesaúco y secundada por unas doscientas personas, la mayoría de la cabecera de comarca aunque también se vio a algunos vecinos de otros pueblos de la zona, habituales usuarios del la variante construida para desviar el tráfico por el casco urbano del municipio. El grupo salió de la Plaza Mayor, atravesando el centro del pueblo donde se celebraba el mercadillo semanal, para terminar en el acceso de Cañizal, donde la madrugada del 12 de julio perdió la vida el matrimonio.
Allí los manifestantes guardaron un minuto de silencio por las víctimas. Fue el único momento en que cesaron las críticas, quejas, lamentos y también el latente malestar de los ciudadanos «que veíamos venir la desgracia», apuntaba María Muñoz, una de las participantes en el acto de protesta. Con el dramático accidente todavía reciente la sensibilidad estaba a flor de piel.
«Es un proyecto totalmente equivocado, han pretendido quitar la circulación pesada del centro del pueblo y han creado un problema mayor. Lo más preocupante es que ya ha habido dos muertes y no ha llegado el invierno cuando, en esta zona de la meseta, se asienta la niebla cerrada y persistente», expresaba Florencio Rodríguez. «Eso (en referencia a los accesos) son trampas mortales que han creado; igual que antes se las hacíamos a los pájaros ahora nos los hacen a las personas. Lo que esperamos es que la Junta tome conciencia de esto que se ha hecho, están a tiempo de modificarlo y que lo hagan, por favor, porque sino esto va a ser un drama permanente».
El temor a nuevas desgracias, si no se modifican las raquetas y se transforman en rotondas (como piden los usuarios para circular con seguridad), es general. «Yo lo vi desde el primero momento fatal, no mal fatal. No hacer rotondas donde hay un peligro grandísimo, me da que pensar».
«Habíamos anticipado que iba a haber un accidente grave en fiestas y así ha sido, tres días después», lamentaba José Antonio Prada.
«Cuando te pongas a pasar con niebla por una carretera con un vehículo largo o con un vehículo agrícola, es meterte ahí y jugártela», añadía José Tola. El malestar se extiende también a los agricultores, que se ven obligados a salir con ganado, cosechadoras y toda la maquinaria agrícola a las carreteras de Toro o Fuentelapeña porque «el único camino que comunicaba tres mil hectáreas lo han cortado», expresaba Tola. Se pregunta así cuando se construirá el prometido paso elevado que evite ir por las carreteras; «que nos digan la fecha porque si va a ser para el año 3000, a mí ya no me vale».
Aunque el PSOE era el convocante de la protesta, ninguna pancarta aludía a este partido; «es un problema que no debe ser utilizado políticamente», puntualizó Berta Romero. Sin embargo, ningún alcalde de la zona acudió a manifestarse, ni tampoco miembros del equipo de gobierno saucano (del PP). Otros echaban en falta una mejor planificación que probablemente hubiera aumentado la participación. «Mucha gente ni se ha enterado», apuntaban algunos.
Entre tanto, desde Zamora, el delegado de la Junta, Alberto Castro, reiteraba que la obra «está en construcción», que los accidentes «son tres y echaba en cara a los socialistas la «utilización torticera y política de una desgracia». El responsable de la Junta, que dijo haber visitado «muchas veces» la obra y por ello «no es cierto que no exista visibilidad», confirmó la próxima reunión con alcaldes de la zona, con asistencia de técnicos de la Junta y de la empresa «para explicarles la obra y también la opinión que tiene ellos».
Respecto al paso elevado comprometido hace un año, Castro confirmó que está aprobado el modificado de la obra, que supera los cien mil euros. «Ahora está calculándose la estructura del paso elevado, estamos trabajando para ejecutarlo».