Hallábase un niño con sus naricillas pegadas al cristal de la ventana. Había escuchado a la hora de la cena que ya llegaba la Navidad.
—Si estás mucho tiempo con las narices contra el cristal, se te van a quedar heladas —le dijo su mamá, que lo miraba a la vez que hacía las cosas.
—Estoy mirando a ver cuándo llega la Navidad, y no veo nada por ser de noche.
—La Navidad no llega por la calle —le dijo su mamá.
—Entonces, ¿por qué la gente en el pueblo adorna las puertas, ventanas y calles? —preguntó ... (ver texto completo)
—Si estás mucho tiempo con las narices contra el cristal, se te van a quedar heladas —le dijo su mamá, que lo miraba a la vez que hacía las cosas.
—Estoy mirando a ver cuándo llega la Navidad, y no veo nada por ser de noche.
—La Navidad no llega por la calle —le dijo su mamá.
—Entonces, ¿por qué la gente en el pueblo adorna las puertas, ventanas y calles? —preguntó ... (ver texto completo)
Vientodel, gracias por ese trocito de turrón, y también por este cuento tan emotivo con el que nos a deleitado, mis felicitaciones por ello, mis mejores deseos para usted y su familia en estas navidades.