Historia de un pueblo que fuè frontera de lucha y ambiciones de poder de nobles castellanos y leoneses por dominar ""TIERRA DE CAMPOS.""
HOY DE AQUELLAS MURALLAS Y CASTILLOS NO QUEDA MÀS QUE LA HISTORIA. ACTUALMENTE TODOS ESOS TERRITORIOS DE LUCHAS Y SANGRE ESTÀN HERMANADOS Y FORMAN UNA SOLA COMUNIDAD ""CASTILLA Y LEÒN"". DICE EL REFRÀN:: EL TIEMPO PONE LAS COSAS EN SU SITIO"" SIN GUERRA NI SANGRE, SIN NOBLES NI VASALLOS. TODOS SOMOS ""CIUDADANOS"". P. D:: AUNQUE UNOS MÀS QUE OTROS......!. CORDIALMENTE Y SIN ACRITUD PERO REAL. NAZARIO MATOS.
La frontera de León: CASTROVERDE DE CAMPOS.
LAS DEFENSAS Y EL FUERO
.
José I. Martín Benito
El lugar estaba ya ocupado al menos desde el siglo X, cuando Ordoño II cedía sus iglesias a la catedral de León. El trazado de la población está en función de su emplazamiento, siguiendo la línea de la “carrera zamorana”. Fue una de las villas dada en arras por Fernando II a su esposa Urraca.
Nada queda de sus antiguas defensas. Gómez Moreno recoge que “aun queda el recuerdo de su cerca, que era de tierra, y los nombres de “rondas” y “puerta de villa”.
CASTROVERDE DE CAMPOS contó con un alcázar, cuyo recuerdo queda en un barrio situado al extremo norte de la localidad, donde muere la ronda. J. A. Gutiérrez González señala que “en el extremo noreste de la villa se aprecia un pequeño altozano terreno rodeado por un talud que cae hacia el valle, en las inmediaciones del puente medieval”, haciendo observar que “posiblemente se tratara de una mota construida con las arcillas locales”.
Restos de la muralla de Castroverde.
Al parecer, la cerca estaba constituida por un muro de tapial, de la que aún se conservan restos aprovechados para asientos de edificio en las conocidas como “rondas de la villa”. Las llamadas “rondas” de Arriba y de Abajo dibujan una planta ovalada. La documentación alude a la existencia de varias puertas: la de la Villa de las Piedras, la del Pozo del Molino, si bien parece que hubo otras dos más.
Las defensas no impidieron la toma por parte del ejército de los reyes de Castilla y Navarra en el ataque a tierras leonesas de 1197. Martínez Sopena supone que su población no estaba cercada en el siglo XIII, argumentando que “en este época no se habla de que los habitantes de las aldeas de CASTROVERDE deban contribuir a reparar más que el castillo”.
Tal vez la ausencia de murallas es lo que facilitó al ejército castellano la toma de la villa en 1197, defendida por el conde Fernando de Cabrera, mientras que lugares mejor defendidos como Benavente o Astorga no pudieron ser tomadas. No obstante, Gutiérrez González indica que las campañas castellanas de 1165 y 1168 “motivarían la dotación defensiva de la villa por Fernando II hacia 1187”.
Después de la guerra, Alfonso IX concedió fuero a CASTROVERDE (1199) y su castillo formó parte del lote entregado en arras por el monarca leonés a Berenguela en el acuerdo de 1199. Tenemos noticias de sus tenentes; en 1185 lo era Pedro Gascón y en 1189 lo fueron Pelayo Nicolás y García López. NAZARIO MATOS.
HOY DE AQUELLAS MURALLAS Y CASTILLOS NO QUEDA MÀS QUE LA HISTORIA. ACTUALMENTE TODOS ESOS TERRITORIOS DE LUCHAS Y SANGRE ESTÀN HERMANADOS Y FORMAN UNA SOLA COMUNIDAD ""CASTILLA Y LEÒN"". DICE EL REFRÀN:: EL TIEMPO PONE LAS COSAS EN SU SITIO"" SIN GUERRA NI SANGRE, SIN NOBLES NI VASALLOS. TODOS SOMOS ""CIUDADANOS"". P. D:: AUNQUE UNOS MÀS QUE OTROS......!. CORDIALMENTE Y SIN ACRITUD PERO REAL. NAZARIO MATOS.
La frontera de León: CASTROVERDE DE CAMPOS.
LAS DEFENSAS Y EL FUERO
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José I. Martín Benito
El lugar estaba ya ocupado al menos desde el siglo X, cuando Ordoño II cedía sus iglesias a la catedral de León. El trazado de la población está en función de su emplazamiento, siguiendo la línea de la “carrera zamorana”. Fue una de las villas dada en arras por Fernando II a su esposa Urraca.
Nada queda de sus antiguas defensas. Gómez Moreno recoge que “aun queda el recuerdo de su cerca, que era de tierra, y los nombres de “rondas” y “puerta de villa”.
CASTROVERDE DE CAMPOS contó con un alcázar, cuyo recuerdo queda en un barrio situado al extremo norte de la localidad, donde muere la ronda. J. A. Gutiérrez González señala que “en el extremo noreste de la villa se aprecia un pequeño altozano terreno rodeado por un talud que cae hacia el valle, en las inmediaciones del puente medieval”, haciendo observar que “posiblemente se tratara de una mota construida con las arcillas locales”.
Restos de la muralla de Castroverde.
Al parecer, la cerca estaba constituida por un muro de tapial, de la que aún se conservan restos aprovechados para asientos de edificio en las conocidas como “rondas de la villa”. Las llamadas “rondas” de Arriba y de Abajo dibujan una planta ovalada. La documentación alude a la existencia de varias puertas: la de la Villa de las Piedras, la del Pozo del Molino, si bien parece que hubo otras dos más.
Las defensas no impidieron la toma por parte del ejército de los reyes de Castilla y Navarra en el ataque a tierras leonesas de 1197. Martínez Sopena supone que su población no estaba cercada en el siglo XIII, argumentando que “en este época no se habla de que los habitantes de las aldeas de CASTROVERDE deban contribuir a reparar más que el castillo”.
Tal vez la ausencia de murallas es lo que facilitó al ejército castellano la toma de la villa en 1197, defendida por el conde Fernando de Cabrera, mientras que lugares mejor defendidos como Benavente o Astorga no pudieron ser tomadas. No obstante, Gutiérrez González indica que las campañas castellanas de 1165 y 1168 “motivarían la dotación defensiva de la villa por Fernando II hacia 1187”.
Después de la guerra, Alfonso IX concedió fuero a CASTROVERDE (1199) y su castillo formó parte del lote entregado en arras por el monarca leonés a Berenguela en el acuerdo de 1199. Tenemos noticias de sus tenentes; en 1185 lo era Pedro Gascón y en 1189 lo fueron Pelayo Nicolás y García López. NAZARIO MATOS.
