Buenas noches, don Pepe.
Hablamos de diferentes bailarines. Antonio Gades es uno, y el inigualable ANTONIO es otro: Antonio Ruiz Soler, quien había nacido quince años antes que Gades.
Este Antonio, queridísima Pitita, pasó varias semanas en prisión por un delito de blasfemia, cuando el óbito de Franco estaba ya muy próximo.
En el rodaje en Ronda de una serie para TVE, en un aprieto, exclamó algo así como " ¡Me cago en tos los muertos de
Cristo!". Como por allí andaba el Servicio de
Información, igual que en todos los eventos, fue denunciado y tuvo el correspondiente juicio.
No le sirvió de nada alegar ante el juez que a su chófer, Cristóbal, le llamaban Cristo, y que la exclamación
... (ver texto completo)