AQUEL DÍA SE CONFESARON
Hay palabras juveniles que se llevan en el alma, con amores infantiles que pudieran darte calma. El
joven fue pretendiendo a una mujer con dulzura, que le sacaba diez años sin explicar su cordura. Se pasaron ciertos años y los dos bien se miraban, el joven siguió mirando a la mujer que el soñaba. En la acera de su
casa, la mujer le recibía, y el joven ya con treinta años su pasado la ofrecía, Los dos sufrieron distancia, los dos con causa perdida, el hombre con su arrogancia
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