Algunos sueñan por la
noche, y cuentan lo que han soñado por las mañanas.
Lo malo es que algunos se llegan a cree sus propias mentiras. Ese alguno se debería llamar PINOCHO.
Cada día una
historia y una mentira, podríamos escribir un libro de anécdotas suyo, titulándolo "Antología del Embuste".