EL PECADO PRINCIPAL DEL ESPAÑOL
Desde los más altos cargos, hasta el último ciudadano de España, el pecado más grande o el capital es la “ENVIDIA”, Tenemos envidia del que gobierna, tenemos envidia del que tiene más dinero, los mismo pasa del que es más simpático, o quizá mucho más guapo, o vive en un lugar mucho más bonito, incluso entre hermanos le envidia viene flotando desde la niñez. Ya nos dijo el poeta León Felipe, “español pudo más tu envidia que tu honor”. Vergonzoso y mal llevado, la envidia se suele acompañar de mentiras trafulleras, de noticias falsas, solo por el pecado que le llevamos unido al español, algunos humanos dicen que no tienen envidia de nada, falso, ya que cuando hablas con ellos sin que se den cuenta sale la envidia, de cualquier tema, hasta existen los amigos que por envidia se dejan de ver, el humano nacemos y morimos siendo envidiosos, hay temporadas que la envidia no flota sobre nuestras mentes, pero otras veces cuando nos rodean lujos que no podemos gozarlos, la envidia sale a colación, somos seres que añoramos el vivir sin problemas, que queremos gozar de todo lo que tenemos delante, y la envidia se apodera de nosotros, cuando soñamos con la joven que pensamos que podía ser nuestra pareja para toda la vida, y otro quizá conocido nuestro se nos adelantó, la envidia nos deja con ganas de agredirle, nos sale la envidia del macho ibérico, hoy día lo veo en el Perro Podenco que es machista y envidioso, al ponerse en defensa cuando se aproxima otro perro para jugar con su amiga, estamos viendo diariamente como las mentiras afloran por todos los campos, Políticos envidiosos, Periodistas envidiosos, abogados envidiosos, todos los humanos padecemos esa maldita enfermedad de la envidia, desde niños cuando fuimos al colegio ya la envidia afloraba de vez en cuando, de diferentes maneras, unas veces que tu amigo llevaba mejor almuerzo que el tuyo, que tu compañero de mesa le llevaba su familia a Valladolid a ver las ferias, que otro amigo tenía más propiedades que tú, la envidia era la enfermedad de aquellos años, y dice un refrán castellano. “Si la envidia fuera tiña, cuantos tiñosos habría”. G X Cantalapiedra.
Desde los más altos cargos, hasta el último ciudadano de España, el pecado más grande o el capital es la “ENVIDIA”, Tenemos envidia del que gobierna, tenemos envidia del que tiene más dinero, los mismo pasa del que es más simpático, o quizá mucho más guapo, o vive en un lugar mucho más bonito, incluso entre hermanos le envidia viene flotando desde la niñez. Ya nos dijo el poeta León Felipe, “español pudo más tu envidia que tu honor”. Vergonzoso y mal llevado, la envidia se suele acompañar de mentiras trafulleras, de noticias falsas, solo por el pecado que le llevamos unido al español, algunos humanos dicen que no tienen envidia de nada, falso, ya que cuando hablas con ellos sin que se den cuenta sale la envidia, de cualquier tema, hasta existen los amigos que por envidia se dejan de ver, el humano nacemos y morimos siendo envidiosos, hay temporadas que la envidia no flota sobre nuestras mentes, pero otras veces cuando nos rodean lujos que no podemos gozarlos, la envidia sale a colación, somos seres que añoramos el vivir sin problemas, que queremos gozar de todo lo que tenemos delante, y la envidia se apodera de nosotros, cuando soñamos con la joven que pensamos que podía ser nuestra pareja para toda la vida, y otro quizá conocido nuestro se nos adelantó, la envidia nos deja con ganas de agredirle, nos sale la envidia del macho ibérico, hoy día lo veo en el Perro Podenco que es machista y envidioso, al ponerse en defensa cuando se aproxima otro perro para jugar con su amiga, estamos viendo diariamente como las mentiras afloran por todos los campos, Políticos envidiosos, Periodistas envidiosos, abogados envidiosos, todos los humanos padecemos esa maldita enfermedad de la envidia, desde niños cuando fuimos al colegio ya la envidia afloraba de vez en cuando, de diferentes maneras, unas veces que tu amigo llevaba mejor almuerzo que el tuyo, que tu compañero de mesa le llevaba su familia a Valladolid a ver las ferias, que otro amigo tenía más propiedades que tú, la envidia era la enfermedad de aquellos años, y dice un refrán castellano. “Si la envidia fuera tiña, cuantos tiñosos habría”. G X Cantalapiedra.