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LA SECA: NO ERA TIEMPO DE DESPEDIDAS...

NO ERA TIEMPO DE DESPEDIDAS
Aquel hombre serio y triste le sentí que se moría, en sus ojos le brillaban las luces de la agonía. Noté la pena en su rostro, aunque a veces se reía, me dijo que por agosto seguro que se moría, Sus palabras me calaban, sus suspiros yo entendía. En mi corazón clavaban las frases que no fingía. Te revuelves contra todo, la vida marca su signo, no quisieras ver el lodo de algún penoso camino. Como humanos caminamos, siendo personas sufrimos, a veces nos encontramos con los más raros destinos. Las despedidas amargas tienen negros desatinos, existen las voces largas y los grises adivinos. Al salir del hospital mi corazón se afligía, me hablaron de triste tiempo, y de posible agonía. Lo presentí tan mal fario, el ambiente me lo dijo, era un tiempo imaginario con el resultado fijo. No le di la despedida ni le abracé en el silencio, aquella fecha perdida nunca quiso ser desprecio. Sentí marcharme sin prisa con el corazón sufriendo, no era la fecha elegida ni me despidió sonriendo. Hay recuerdos que te marcan, con momentos de silencio, las penas cuando se aparcan a nada le ponen precio. Pocos días se pasaron, mi corazón siempre atento, un mal día me llamaron, conociendo su lamento. Cuando te sobran consejos y tratas de conservarlos, nada te parece lejos tan solo quieres cuidarlos. Agosto, no es tiempo de despedidas, el verano va cayendo, esas fechas distinguidas sólo te dejan sufriendo. Se te marchan los amigos, otros viven en silencio, a veces temes castigos sin querer sentirte necio. Los caminos de Castilla tienen sus tramos derechos, dice la gente sencilla que a veces ves los barbechos. Caminos que van marcando vidas de distintos pueblos, el tiempo se va llevando muchos momentos siniestros.
G X Cantalapiedra.