LAS BARRERAS ERAN MUCHAS
Aquel día del mes de mayo del año 1970, un joven con su motocicleta llegó aquella villa del valle. Intento averiguar ciertas cosas, buscaba quien fue su madre, todo le fue denegado, tan sólo un borracho atento le comentó su calvario. El joven buscó a su madre que le dejaba en la inclusa, cuando apenas tenía quince días de edad, aquel joven no paraba de repetir aquel nombre, nadie le quiso decir quien pudiera ser su madre, y recorrido todo aquel valle se notó desesperado, El aguacil sin tapujos le comentó vete a otro lado, aquí nadie quiere lujos ni verse en papel de juzgado. El joven habló con gentes, pero todos se callaron, en esos serios ambientes los pueblos siguen cerrados. Su madre tuvo más hijos, aunque de allí se marcharon, su padre cacique antiguo, era un hombre muy arruinado, El pueblo guardo silencio, el joven se vio cansado, y a las ocho de la tarde se marchaba cabizbajo, Preguntando por su madre no consigue nada claro, nadie le habló de su padre que era un hombre muy amargado. Aun pastor le preguntaba, y el pastor quedó pensando, él pastor dijo sereno, mis ovejas se han plantado. Ya no recuerdo los nombres, el tiempo los ha borrado, ni conozco ciertos hombres que nadie quiere a su lado. El joven monto en su moto, se marchaba cabreado, pensaba ponerle coto a su mundo imaginado. No sé quien seria mi madre, el joven ha comentado, el ambiente es un desmadre que todo sigue cerrado. Dicen que no tienen cura, dicen que todo ha pasado, este valle da locura y puedes verte amarrado. Maldiciendo los caminos, viendo los cielos nublados, eran serios los destinos de aquellos años pasados. Echando la vista atrás se notaba equivocado, en aquel valle detrás quedaba gato encerrado. Fueron historias tan tristes, fueron sueños marginados, donde las penas existen entre terribles pecados. Alguien le dijo al oído antes de haberse marchado, aunque tu mucho has crecido eres un sueño quemado. Iba por la carretera quizá pegando bandazos, en su tan terrible espera pensó recibir tortazos. No grites nadie te espera, el cacique lo ha pagado, estas historias malditas son un complejo dañado. G X Cantalapiedra
Aquel día del mes de mayo del año 1970, un joven con su motocicleta llegó aquella villa del valle. Intento averiguar ciertas cosas, buscaba quien fue su madre, todo le fue denegado, tan sólo un borracho atento le comentó su calvario. El joven buscó a su madre que le dejaba en la inclusa, cuando apenas tenía quince días de edad, aquel joven no paraba de repetir aquel nombre, nadie le quiso decir quien pudiera ser su madre, y recorrido todo aquel valle se notó desesperado, El aguacil sin tapujos le comentó vete a otro lado, aquí nadie quiere lujos ni verse en papel de juzgado. El joven habló con gentes, pero todos se callaron, en esos serios ambientes los pueblos siguen cerrados. Su madre tuvo más hijos, aunque de allí se marcharon, su padre cacique antiguo, era un hombre muy arruinado, El pueblo guardo silencio, el joven se vio cansado, y a las ocho de la tarde se marchaba cabizbajo, Preguntando por su madre no consigue nada claro, nadie le habló de su padre que era un hombre muy amargado. Aun pastor le preguntaba, y el pastor quedó pensando, él pastor dijo sereno, mis ovejas se han plantado. Ya no recuerdo los nombres, el tiempo los ha borrado, ni conozco ciertos hombres que nadie quiere a su lado. El joven monto en su moto, se marchaba cabreado, pensaba ponerle coto a su mundo imaginado. No sé quien seria mi madre, el joven ha comentado, el ambiente es un desmadre que todo sigue cerrado. Dicen que no tienen cura, dicen que todo ha pasado, este valle da locura y puedes verte amarrado. Maldiciendo los caminos, viendo los cielos nublados, eran serios los destinos de aquellos años pasados. Echando la vista atrás se notaba equivocado, en aquel valle detrás quedaba gato encerrado. Fueron historias tan tristes, fueron sueños marginados, donde las penas existen entre terribles pecados. Alguien le dijo al oído antes de haberse marchado, aunque tu mucho has crecido eres un sueño quemado. Iba por la carretera quizá pegando bandazos, en su tan terrible espera pensó recibir tortazos. No grites nadie te espera, el cacique lo ha pagado, estas historias malditas son un complejo dañado. G X Cantalapiedra