HUBO SIEMPRE AVENTUREROS
Por los siglos de los siglos
hubo siempre aventureros,
que lanzaron sus suspiros
sin verse nunca altaneros.
Unos con su mula torda,
otros estilo burrero,
nadie sabe lo que aborda
hasta verse sin dinero.
En La Castilla Profunda
hablan de algún misionero,
que dejó tierra fecunda
recordando su sendero.
Aventureros marcando
sus trazas de buen obrero,
la vida les fue obligando
como a cualquier jornalero.
Pisaron fuentes y ríos,
anduvieron en silencio,
pasaron escalofríos
sin ser jamás nunca un necio.
Durmieron en cuevas viejas
que sus sueños restringieron,
en sus horas más complejas
hasta llorando sufrieron.
Eran tiempos de aventuras
que buscaban nuevo suelo,
algunas fueron locuras
que ni lograron consuelo.
Gentes que dejaron huellas
en sus calles y sus pueblos,
que soñaban noches bellas
y lograron ver empeños.
Atrás dejaron olvido,
con palabras de silencio,
en aquel rumbo sentido
a veces hubo desprecio.
G X Cantalapiedra.
Por los siglos de los siglos
hubo siempre aventureros,
que lanzaron sus suspiros
sin verse nunca altaneros.
Unos con su mula torda,
otros estilo burrero,
nadie sabe lo que aborda
hasta verse sin dinero.
En La Castilla Profunda
hablan de algún misionero,
que dejó tierra fecunda
recordando su sendero.
Aventureros marcando
sus trazas de buen obrero,
la vida les fue obligando
como a cualquier jornalero.
Pisaron fuentes y ríos,
anduvieron en silencio,
pasaron escalofríos
sin ser jamás nunca un necio.
Durmieron en cuevas viejas
que sus sueños restringieron,
en sus horas más complejas
hasta llorando sufrieron.
Eran tiempos de aventuras
que buscaban nuevo suelo,
algunas fueron locuras
que ni lograron consuelo.
Gentes que dejaron huellas
en sus calles y sus pueblos,
que soñaban noches bellas
y lograron ver empeños.
Atrás dejaron olvido,
con palabras de silencio,
en aquel rumbo sentido
a veces hubo desprecio.
G X Cantalapiedra.