POR LA FRONTERA DEL DUERO
Dicen que quedan pinares
en las orillas del Duero,
y que todos sus lugares
son señas del ROMANCERO.
Tierras de muchos cantares,
con lanzas de puro acero,
donde nacieron juglares
para cantar bien al Duero.
Frontera de los cristianos,
que fueron todos guerreros,
en aquellos campos llanos
hubo tiempos pendencieros.
Dicen que los musulmanes
trazaron caminos nuevos,
y que tuvieron imanes
con mezquitas en los pueblos.
Aquella frontera antigua,
con batallas en su suelo,
el cristiano se santigua
para encontrar buen consuelo.
Ya se pasaron diez siglos,
la historia marca su medio,
hoy se viven los sigilos
de notar cierto remedio.
Este cruce de culturas
que siempre miraba al Duero,
a veces tuvo amarguras
conociendo tiempo austero.
Templarios por los caminos
de la frontera del Duero,
guerreros marcando signos
para conseguir su fuero.
Diez siglos fueron pasando
por La Ribera del Duero,
la historia sigue pensando
en el amor verdadero.
G X Cantalapiedra.
Dicen que quedan pinares
en las orillas del Duero,
y que todos sus lugares
son señas del ROMANCERO.
Tierras de muchos cantares,
con lanzas de puro acero,
donde nacieron juglares
para cantar bien al Duero.
Frontera de los cristianos,
que fueron todos guerreros,
en aquellos campos llanos
hubo tiempos pendencieros.
Dicen que los musulmanes
trazaron caminos nuevos,
y que tuvieron imanes
con mezquitas en los pueblos.
Aquella frontera antigua,
con batallas en su suelo,
el cristiano se santigua
para encontrar buen consuelo.
Ya se pasaron diez siglos,
la historia marca su medio,
hoy se viven los sigilos
de notar cierto remedio.
Este cruce de culturas
que siempre miraba al Duero,
a veces tuvo amarguras
conociendo tiempo austero.
Templarios por los caminos
de la frontera del Duero,
guerreros marcando signos
para conseguir su fuero.
Diez siglos fueron pasando
por La Ribera del Duero,
la historia sigue pensando
en el amor verdadero.
G X Cantalapiedra.