CORRIAN VIENTOS DEL NORTE
Corrían vientos del norte aquella noche embrujada, la vida buscó su corte en la noche bien llegada. Entre voces somnolientas y palabras demacradas, los pensamientos aumentan con sus frases delicadas. Los viñedos castellanos miraban al horizonte, y algunos seres humanos caminaron hacia el monte. Estas tierras junto al Duero tienen palabras perdidas, incluso en el ROMANCERO quisieran ser comprendidas. Vas a tontón y talega, me dijeron de pequeño, alguna palabra pliega queriendo buscar un dueño. No marrotes la partida con tus frases lasecanas, hay bazacos sin salida que anulan muchas mañanas. Frases que rompen las normas del diccionario de España, incluso cambiando comas veremos lección extraña. Corrían vientos con fríos en las noches lasecanas, pensábamos en los ríos, de las tierras castellanas. Otras gentes inmigradas se llevaron su cultura, y algunas frases mundanas pudieron dar amargura. Vientos del Norte de España, con sus heladas rotundas, la cultura nunca engaña en las tierras más fecundas. Palabras que van muriendo sobre viñas lasecanas, el viento no va fingiendo en las duras alboradas. Cuando te digo velay, no pienso que lo estás viendo, ni quieras decir que ahí hay lo que te tiene sufriendo. Las palabras lasecanas vinieron siempre del Norte, en las más duras mañanas llegaron sin pasaporte. Vientos que tienen razones de borrar campos desiertos, que nunca dan emociones ni quieren hablar de muertos. Como inmigrantes marchamos entre frases lasecanas, luego más tarde olvidamos pensando que fueron vanas. G X Cantalapiedra.
Corrían vientos del norte aquella noche embrujada, la vida buscó su corte en la noche bien llegada. Entre voces somnolientas y palabras demacradas, los pensamientos aumentan con sus frases delicadas. Los viñedos castellanos miraban al horizonte, y algunos seres humanos caminaron hacia el monte. Estas tierras junto al Duero tienen palabras perdidas, incluso en el ROMANCERO quisieran ser comprendidas. Vas a tontón y talega, me dijeron de pequeño, alguna palabra pliega queriendo buscar un dueño. No marrotes la partida con tus frases lasecanas, hay bazacos sin salida que anulan muchas mañanas. Frases que rompen las normas del diccionario de España, incluso cambiando comas veremos lección extraña. Corrían vientos con fríos en las noches lasecanas, pensábamos en los ríos, de las tierras castellanas. Otras gentes inmigradas se llevaron su cultura, y algunas frases mundanas pudieron dar amargura. Vientos del Norte de España, con sus heladas rotundas, la cultura nunca engaña en las tierras más fecundas. Palabras que van muriendo sobre viñas lasecanas, el viento no va fingiendo en las duras alboradas. Cuando te digo velay, no pienso que lo estás viendo, ni quieras decir que ahí hay lo que te tiene sufriendo. Las palabras lasecanas vinieron siempre del Norte, en las más duras mañanas llegaron sin pasaporte. Vientos que tienen razones de borrar campos desiertos, que nunca dan emociones ni quieren hablar de muertos. Como inmigrantes marchamos entre frases lasecanas, luego más tarde olvidamos pensando que fueron vanas. G X Cantalapiedra.