OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

ADALIA: MÁS ALLÁ DEL MITO DE DON JUAN...

MÁS ALLÁ DEL MITO DE DON JUAN

Cuándo llega el otoño, parece que la figura de Don Juan florece, más bien amarillea como las hojas en los árboles románticamente… y, se suele ver representada en los teatros del mundo, o echarla de menos en la vida cotidiana.
El Don Juan Tenorio de Zorrilla, es uno de los más conocidos sin duda; una comedia fantástica, un drama religioso, que bien analizado parece un auto sacramental de la época. Un desafío, al dualismo entre el bien y el mal. Sólo los poetas pueden batirse en duelo... “Llame al cielo y no me oyó, más si sus puertas me cierra, de mis pasos en la tierra, responda el cielo no yo”. O “ ¿No es verdad gacela mía, que están respirando amor..?”.
Estuve hace unos días visitando la casa natal de Don José Zorrilla en Valladolid, y me gustó tocar la mesa donde escribió sus obras poéticas, la habitación donde nació. (Casualmente el 21 de Febrero, como yo) Ver la puerta del cuarto oscuro, donde su padre le castigaba encerrado. Donde de pequeño veía el fantasma de su abuela vestida con un traje verde. (No me extraña que luego quisiera transcender al misterio del más allá…) pero el talante de su obra literaria esta basada en “El burlador de Sevilla” de Tirso de Molina, un fraile de nuestro siglo de oro con mucho talento, para crear personajes que perduran aún en nuestro tiempo. “Tan largo me lo fiáis” Tirso, es sin duda el creador fundamental del mito de Don Juan.
Las estatuas cobran vida, las sombras hablan. Ya digo, el cielo y el infierno idealizados con tormentosas pasiones representadas en el teatro de la vida…Escritas con una genialidad literaria. Trasgrediendo la moral, pero no dejaba de ser un canto a la verdadera libertad de expresión, algo libertina, e irreverente, pero con la audacia de un realismo literario que no quedó en saco roto.
Antonio de Zamora, Moliere, Lorenzo Da Ponti (Libretista del Don Giovanni, de Mozat) Etc.. Nuestros escritores favoritos de la generación del 98. Los Hermanos Machado con su “Don Juan de Mañara” (referido al personaje real del siglo XVII en Sevilla Juan Mañara, personaje malvado y arrepentido). Pero con la Psicología de un Don Juan romántico y tradicional. Valle- Inclan “Las galas del difunto” Como un Don Juan esperpéntico, como no podía ser de otra forma.
Miguel de Unamuno en “El Hermano Juan o el mundo es teatro”. Viéndole como un hombre angustiado, o Marañón como un homosexual, para todos los gustos
Pero volviendo a mí paisano Zorrilla, es quizá el que más profundizó en una inquietud teológica, (a tumba abierta). La sublimación del amor de Doña Inés. Una novicia que prefiere salvarse, o condenarse junto a su amado. La mística de las rimas transciende por encima de los convencionalismos eclesiales. Los fantasmas del temor humano, al Tenorio, le hace que luche con vivos y muertos, porque el alma no es patrimonio de nadie. Sólo de las creencias y, de las que uno puede reírse si nos miramos de verdad al espejo.
La sátira inteligente de Zorrilla, como profundo castellano, sabe mofarse de si mismo, que no deja de ser una buena práctica liberadora de simples ataduras. Se adivina en su estreno a los 165 años del Tirsiano, el drama existencial del convidado de piedra. Ese dualismo trascendente de un Dios piadoso y Satanás, que le cierra las puertas del paraíso no son temas caducos. La inmortalidad del alma brilla como un reflejo en la paz del cementerio. Hay lugares sutilmente habitados, como pretendían decirnos Lope de Vega y Calderón de la Barca en ese áureo tiempo de las letras hispanas, en los dramas simbólicos religiosos. Si, quizá la vida sólo es un sueño.
En el Burlador de Sevilla Tirso de Molina termina condenando a Don Juan a la hoguera eterna. Su condición eclesial, al contrario del Zorrillesco que parece ser teológicamente moralizado y redimido por amor, a la justicia divina.
Hay que valorar el esplendor del verso de Tirso, más académico, y más sintetizando.
El mito de Don Juan es una inquietud que nace en el siglo XVII, en la España imperial de entonces y, que daba lugar a que surgieran esos hechos culturales antes de tomar cuerpo literario. Desafiar al Rey a la Iglesia e incluso a Dios. Salvaguardar el honor, por la conquista de una o más mujeres era un tema que trascendía de la vida real al teatro.
El afán de conquista es eternamente actual. La pasión del seductor y seducida o al contrario, es consustancial con el ser humano. Yo ahora estoy leyendo, más bien devorando, otro Don Juan de Roger Fairelle. El seductor de las mujeres Juan de Mañara.
Yo pienso que el Don juarismo, existe por que hay mujeres. ¿Cómo seríamos los seres humanos si no existieran nuestras fantasías?, ¿como podríamos navegar si no existiera el mar…? El burlador o el burlado. La mujer no es tan engañada, tan inocente. Cuando a todos nos deslumbra el amor de alguien y, quedamos prendados de el o de ella, a todos nos corresponde habitar los sueños. La ilusión de encontrar alguien que nos identifique el alma no está reñido con el compromiso. Hay siempre una mariposa que vuela entre la inocencia y el hastío, que puede despertar al “Cupido dormido” y que la mariposa nos pueda llevar al paraíso, a ese paraíso que llamamos locura transitoria, antes de que nadie nos ponga un dedo en la llaga, más allá del mito de Don Juan.

Jacinto Herreras Martín