El sábado me levanté a las seis de la mañana, me vestí en silencio,
cogí el perro y bajé al garaje.
Enganché el remolque con la
barca al
coche y me dispuse a salir.
Estaba lloviendo a mares y con una fuerte ventolera. Puse la radio y
descubrí que haría mal tiempo durante todo el día.
Volví a entrar en la
casa, me desvestí en silencio y me deslicé en la cama.
Abracé a mi mujer por detrás y susurré: 'Hace un tiempo de perros'
Ella respondió: 'y el estúpido de mi marido se ha ido a
pescar'
Y
... (ver texto completo)