CUANDO CANTAN LOS GALLOS
En las madrugadas cuando cantan los gallos, empieza amanecer con esa prisa que nos parece normal, las ciudades se levantan para poner sus coches en marcha, y llegar a los trabajos donde quieran que estén, Madrid es una de esas ciudades donde las carreteras o autovías vienen llenas de automóviles, incluso con camiones y autobuses, hay cruces de calles importantes que incluso con semáforos se quedan obstruidas al quedarse en medio del cruce algunos automóviles, los nervios son bastante grandes, muchas personas llevan a su hijos a los colegios, y el tiempo se les echa encima, otros humanos usan el Metro o Autobuses, que parece ser más cómodo en la capital, al no tener que buscar aparcamiento, Todo son prisas, todos queremos llegar al destino a su tiempo, los niños viven ese tiempo de intentar llegar siempre a su hora, para no parecer demasiado lentos o tranquilos. El Metro en ciertas horas viene como se decía hace muchos años, “Como sardinas en banasta”, sobre todo las líneas que van al centro de esta enorme ciudad, donde a veces no me extraña que las personas que andan todo el día corriendo estén esperando coger vacaciones, Cuando cantaban los gallos en los pueblos de Castilla, muchos labradores era cuando se levantaban para ir a sus faenas agrícolas, y en época de vendimia los gallos despertaban a las personas que trabajaban en las viñas, Los gallos y las gallinas cuando están esperando que el día termine, estos animales se marchan a sus gallineros, allí estarán sobre palos en horizontal durmiendo, hoy en las ciudades nadie conoce esos temas que fueron durante siglos el despertador de sus habitantes. Los niños algunas veces se deben de creer que lo huevos venían de las fábricas como si fueran galletas, el contacto con La Madre Naturaleza nos hace sentir todos estos temas más cercanos. G X Cantalapiedra.
En las madrugadas cuando cantan los gallos, empieza amanecer con esa prisa que nos parece normal, las ciudades se levantan para poner sus coches en marcha, y llegar a los trabajos donde quieran que estén, Madrid es una de esas ciudades donde las carreteras o autovías vienen llenas de automóviles, incluso con camiones y autobuses, hay cruces de calles importantes que incluso con semáforos se quedan obstruidas al quedarse en medio del cruce algunos automóviles, los nervios son bastante grandes, muchas personas llevan a su hijos a los colegios, y el tiempo se les echa encima, otros humanos usan el Metro o Autobuses, que parece ser más cómodo en la capital, al no tener que buscar aparcamiento, Todo son prisas, todos queremos llegar al destino a su tiempo, los niños viven ese tiempo de intentar llegar siempre a su hora, para no parecer demasiado lentos o tranquilos. El Metro en ciertas horas viene como se decía hace muchos años, “Como sardinas en banasta”, sobre todo las líneas que van al centro de esta enorme ciudad, donde a veces no me extraña que las personas que andan todo el día corriendo estén esperando coger vacaciones, Cuando cantaban los gallos en los pueblos de Castilla, muchos labradores era cuando se levantaban para ir a sus faenas agrícolas, y en época de vendimia los gallos despertaban a las personas que trabajaban en las viñas, Los gallos y las gallinas cuando están esperando que el día termine, estos animales se marchan a sus gallineros, allí estarán sobre palos en horizontal durmiendo, hoy en las ciudades nadie conoce esos temas que fueron durante siglos el despertador de sus habitantes. Los niños algunas veces se deben de creer que lo huevos venían de las fábricas como si fueran galletas, el contacto con La Madre Naturaleza nos hace sentir todos estos temas más cercanos. G X Cantalapiedra.