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EL BURGO DE OSMA: NATURALEZA VIVA EN EL CAÑÓN DEL RÍO LOBOS,...

NATURALEZA VIVA EN EL CAÑÓN DEL RÍO LOBOS,
La fuerza de la Naturaleza se deja sentir y ver, en este lugar donde el calor de madrugada es muy poco, esta mañana a la diez solamente había 15, grados, y el frescor del arbolado y sus piedras que adornan todo el recorrido, te hacían presagiar un lleno a tope, como pude ver en la famosa Cueva de Los Templarios, donde bajar y subir es un poco resbaladizo, aunque las personas se esfuerzan hasta llegar a la zona de dentro, donde hay que escalar piedras para seguir avanzando, el techo de esa Cueva te recuerda que fue un lugar donde pudieran pasar allí dentro muchas personas, para aliviar un poco el frío con hogueras y además el peligro constante de animales salvajes que existen en la actualidad. Esta Cueva que está a tan solo 19, kilómetros del Burgo de Osma, es un lugar que los humanos tratamos de visitar en esa visita por el Cañón del Río Lobos, donde dicho Río puede correr bajo tierra, y llegar a desembocar en el Río Ucero, que tiene su nacimiento en la misma zona de La Galiana, Cuesta empinada con curvas peligrosas, y una pendiente grande, arriba del todo está un Mirador fabuloso, donde se divisa con prismáticos muchos kilómetros de recorrido. Que parecen ser como un enorme recorrido de árboles, o sea enebros, pinos, álamos, y sauces llorones, además de otras clases de árboles, excepto palmeras, Laderas de piedras haciendo murallas, con preciosas vista de poder ver el peligro constante de que algún día de lluvia y heladas pudieran caerse en vertical. Sin embargo, el pasar por debajo no te da esa impresión, te sientes en un limbo donde los siglos van dejando sus huellas. Es Naturaleza viva, agua, aire sano, y un espacio natural para disfrutar de él, si es posible sin mucho calor, para poder recorrer todo ese Cañón tan hoy visitado y admirado.
Es todo un contorno donde el ser humano la imaginación se hace mucho más grande y la reflexión va unido al paisaje. Comprendo como los Templarios se situaron allí durante siglos, defendiendo esa tierra de los musulmanes que invadieron la Península Ibérica, hoy solo queda el recuerdo de siglos sobre su entorno.
G X Cantalapiedra.