EL BURGO DE OSMA: CUANDO CRUZAS EL UCERO...

CUANDO CRUZAS EL UCERO
Hay caminos y veredas que se llevan en el alma, algunas perdidas sendas te marcaran cierta calma. Cuando cruzas El Ucero si buscas la trashumancia, debes pensar en El Duero y en Las Ruinas de Numancia. Tierra de varias culturas, mesetas que son labradas, estas zonas con dulzuras son por siempre recordadas. Enebros que van dejando sombras que siguen perennes, en Soria se va notando muchos tiempos de vaivenes. El otoño va dejando muchas huellas primorosas, el frío viene acotando flores, claveles, y rosas. Pinares junto al Ucero con pasiones distinguidas, es tierra de romancero y de caricias sentidas. Hay tardes que son delicias junto a cuidadas murallas, donde puedes ver primicias aunque existieron batallas. El Ucero va tranquilo entre piedras milenarias, sobre su cauce perfilo muchas horas literarias. El Burgo mira al Ucero, las noches vienen heladas, lo mismo que piensa el Duero si son horas congeladas. Noches con muchas estrellas, la Luna sigue callada, existen caricias bellas con fríos de madrugada. Cuando se alarga la noche y las aguas van calladas, el silencio pone broche a palabras delicadas. Sentir de cerca El Ucero en las frías alboradas, y ver sus brillos de enero entre brisas escarchadas. La Luna viene brillando por aquel desfiladero, dicen que se va buscando al grandioso Río Duero. Las noches son los testigos de los más fríos momentos, nadie comenta castigos ni publica sufrimientos. El Ucero va marchando con sus grados bajo cero, su brisa viene volando entre las piedras de acero. G X Cantalapiedra.