CORREN VIENTOS EN NOCHES HELADORAS
Hay caminos en Soria penitentes
muy cargados de penas y trabajos,
es posible que sigan resistentes
aguantando los fríos con sus tajos.
Corren vientos en noches heladoras
entre pinos y enebros mal podados,
hay veredas que no marcan sus horas
en terrenos que fueron conquistados.
Respirando silencios de la noche
entre gritos de pueblos marginados,
donde el campo parece hacer reproche
a los sueños que fueron olvidados.
Los recuerdos caminan sin controles,
y se nota que sufre mucho el campo,
hay quien dice que existen nuevos roles
donde apenas se puede escuchar llanto.
Los caminos de Soria ven lamentos,
entre tierras que pueden ser eriales,
no conciben los muchos sufrimientos
por motivos que dicen son normales.
Entre vientos cargados de misterio
por las sendas del campo solitario,
queda lejos el viejo cementerio
donde dicen que existe algún calvario.
Aguantando los fríos invernales
con escarchas que quieren ser marchosas,
hay quien dice que son pasos normales
en jornadas que nadie ve dichosas.
Con las brisas del Duero reprimidas
van volando los grajos vanidosos,
en las tardes que no son elegidas
corren vientos con sueños belicosos.
Estos tiempos de fríos naturales
con sus brisas en campos de labranza,
olvidamos recuerdos muy fatales
esperando que no exista tardanza.
G X Cantalapiedra.
Hay caminos en Soria penitentes
muy cargados de penas y trabajos,
es posible que sigan resistentes
aguantando los fríos con sus tajos.
Corren vientos en noches heladoras
entre pinos y enebros mal podados,
hay veredas que no marcan sus horas
en terrenos que fueron conquistados.
Respirando silencios de la noche
entre gritos de pueblos marginados,
donde el campo parece hacer reproche
a los sueños que fueron olvidados.
Los recuerdos caminan sin controles,
y se nota que sufre mucho el campo,
hay quien dice que existen nuevos roles
donde apenas se puede escuchar llanto.
Los caminos de Soria ven lamentos,
entre tierras que pueden ser eriales,
no conciben los muchos sufrimientos
por motivos que dicen son normales.
Entre vientos cargados de misterio
por las sendas del campo solitario,
queda lejos el viejo cementerio
donde dicen que existe algún calvario.
Aguantando los fríos invernales
con escarchas que quieren ser marchosas,
hay quien dice que son pasos normales
en jornadas que nadie ve dichosas.
Con las brisas del Duero reprimidas
van volando los grajos vanidosos,
en las tardes que no son elegidas
corren vientos con sueños belicosos.
Estos tiempos de fríos naturales
con sus brisas en campos de labranza,
olvidamos recuerdos muy fatales
esperando que no exista tardanza.
G X Cantalapiedra.