EL BURGO DE OSMA: EL BURGO DE OSMA EN LAS FRÍAS MADRUGADAS,...

EL BURGO DE OSMA EN LAS FRÍAS MADRUGADAS,
Vienen los vientos helados en las frías madrugadas,
los campos hoy escarchados tienen sus hojas pasmadas.

El Burgo viene sintiendo esas noches congeladas,
donde las piedras se agrietan si llegan a estar mojadas.

Murallas que van sintiendo las noches más escarchadas,
y el Burgo sigue creyendo que son horas delicadas.

En estos fríos de Soria que dejan huellas marcadas,
siempre viene a la memoria ciertas noches angustiadas.

Cuando los vientos del norte dejan sus horas grabadas,
no existe ningún resorte en las horas trabajadas.

El Ucero suelta frío con tristeza de nostalgia,
y El Burgo mira a su río por sentir su bella magia.

Las campanas repicando sobre esta tierra encantada,
parece que van clamando a la tierra abandonada.

Estos hielos temerosos que abundan por las mañanas,
nunca pueden ser dichosos si sus promesas son vanas.

Fríos que llaman sorianos en las duras madrugadas,
donde sufren los hermanos sobre las tierras labradas.

El Burgo sabe de fríos con sonidos de campanas,
y a la vez tiene dos ríos que quieren corrientes sanas.

Este frío tenebroso que puede marcar su pausa,
es un peligro forzoso que nunca explica su causa.

El Burgo marca silencio con sonidos de campanas,
y el frío no tiene precio ni quiere cosas profanas.

Las madrugadas terribles dejan praderas heladas,
que nos parecen visibles con escarchas delicadas.

El Burgo marcha dichoso aunque vengan las heladas,
este clima belicoso quiere las casas cerradas.

El frío marca razones de soledades intensas,
a la vez que da emociones de poner las piedras tensas.
G X Cantalapiedra.