EL RÍO UCERO EN VERANO
El verano le castiga
con un calor de alto grado,
la lluvia que fue su amiga
deja su caudal secado.
El río Ucero lamenta
verse seco y desterrado,
quizá venga la tormenta
y no se sienta anulado.
Los álamos le acompañan
en su camino angustiado,
mientras sus brisas engañan
al verle tan marginado.
El Ucero busca sombras
con sus enebros callados,
mientras sus piedras se asombran
sin ver sus campos regados.
Los sonidos del Ucero
parece que se han volado,
sus piedras color de acero
sueñan el caudal cantado.
El Ucero marcha triste,
y hasta se ve condenado,
quizá pregunte si existe
su manantial mutilado.
Entre piedras milenarias
y puentes llenos de sombras,
en sus jornadas diarias
con su sequia te asombras.
El Ucero tiene historia
de sus leyendas guerreras,
y el Burgo tiene memoria
de sus bellas primaveras.
G X Cantalapiedra.
El verano le castiga
con un calor de alto grado,
la lluvia que fue su amiga
deja su caudal secado.
El río Ucero lamenta
verse seco y desterrado,
quizá venga la tormenta
y no se sienta anulado.
Los álamos le acompañan
en su camino angustiado,
mientras sus brisas engañan
al verle tan marginado.
El Ucero busca sombras
con sus enebros callados,
mientras sus piedras se asombran
sin ver sus campos regados.
Los sonidos del Ucero
parece que se han volado,
sus piedras color de acero
sueñan el caudal cantado.
El Ucero marcha triste,
y hasta se ve condenado,
quizá pregunte si existe
su manantial mutilado.
Entre piedras milenarias
y puentes llenos de sombras,
en sus jornadas diarias
con su sequia te asombras.
El Ucero tiene historia
de sus leyendas guerreras,
y el Burgo tiene memoria
de sus bellas primaveras.
G X Cantalapiedra.