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DEZA: Por estas fechas se celebraban las matanzas familiares...

Por estas fechas se celebraban las matanzas familiares en nuestro pueblo. El cerdo había sido cebado durante todo el año para ser sacrificado y utilizar su carne como alimento principal de nuestra dieta. Sabemos que del cerdo se aprovecha casi todo y la experiencia popular ha hecho cocinarlo, secarlo o aliñarlo de distintas maneras. El cerdo es rico en calcio y en otros minerales como el hierro, así como en varias vitaminas imprescindibles para la supervivencia, y en las calorías necesarias para los duros trabajos de entonces.
Parece ser que fueron los romanos quienes comenzaron a valorarlo, y los judíos y árabes no lo consumen porque consideran que su carne es impura. Respeto sus costumbres, pero no saben lo que se pierden… ¡Esos jamones…! ¡Esos chorizos…! No sigo porque terminaría con las orejas y el rabo con judías, cocinado todo en un puchero de barro, dejándolo hervir durante toda la mañana a fuego lento…. ¡lástima de colesterol!
Pues bien, la matanza era un gran acontecimiento que reunía a las familias; todo el mundo participa: los hombres en el sacrificio y el desguace, y las mujeres con los trabajos más delicados como elaborar morcillas y chorizos, después del previo lavado minucioso de las tripas donde van a ser embutidos. Para los niños también era una gran fiesta. Se podía escribir mucho sobre el tema, pero resultaría pesado.
Durante el día de la matanza todo sigue un rito cronológico cuyos detalles no quiero enunciar, pero tengo una pequeña duda sobre un detalle que se me escapa, y que me gustaría que alguien me lo aclarase; quizás yo esté en un error, pero en mis recuerdos encuentro una pequeña laguna que me hace preguntarme si estoy o no en lo cierto:
Después de matar al cerdo, recoger la sangre para las morcillas y pelarlo con agua caliente y unas cazoletas, se colgaba en el patio para que se oreara, manteniendo abierta su canal por medio de un fuerte leño. Llegaba el almuerzo a eso de las diez o las once, que consistía generalmente en unas riquísimas migas y algunos apetitosos derivados del cerdo, regados con vinillo de la tierra. A eso de las doce o la una, o quizás más tarde, llegaba el veterinario para recabar una muestra del animal y observarla al microscopio, para verificar si padecía de alguna enfermedad, en especial de triquinosis.
Mi pregunta: ¿lo comíamos antes de ser realizada la prueba veterinaria? ¿estaré en un error?
Un saludo