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DEZA: Muy buenas noches abuelo...

Cierta vez habíamos echado un partido de fútbol con motivo de la Patrona. Recuerdo que al cambiarnos de ropa después de ducharnos, uno, mostaba el trasero sin pudor y otro comento con guasa: Anda, que cara más rara que tiene este: Si parece un culo. Naturalmente que era el culo...

Un abrazo.

Otra vez que me encontraba en Canarias me relacionaba con un suboficial de la Marina y me invitó a visitar un buque de guerra que llegó a la Isla, en el cual había estado destinado y que se llamaba Vasco de Gama. No era precisamente un portaviones (que es el único tipo que conozco); sino un viejo casacarón de hierro y mugre. Nunca me he distinguido por saber clase de barcos, que digamos. El caso es que por allí salió un soldado que reconoció a mi amigo y después de saludarle militarmente, entablaron contestación y fue la siguiente:
-"Hombre... ¿Todavía por aquí...? ¿Que no te licenciaste...?
-No mi soboficial... Es que me reengancharon tres años por tocarle el culo al Capitán...
- ¿Cómo fue eso...?
- Estaba en la cama y como era camarero le llevé el desayuno y le pellizque el culo diciéndole: Que culo más majo tiene mi Capitán...

Es resto es obvio...

Un abrazo.

En la ciudad donde resido hay un monumento dedicado a los héroes de 1811, que como sabréis fue la guerra contra el francés. El autor creó oportuno mostrar una alegoría de las víctimas con una mujer muerta y desnuda que la sostiene otra que es inmortal y que se supone que es la "gloria" imperecedera. La primera de ellas muestra un imponente culo de metal verde cardenillo, que llama la atención. No es de extrañar que una vez mi padre que paseaba a su nietecita de cuatro años, se sintiera avergonzado pues la chiquilla al pasar por allí cogida de su mano empezó a gritar: ¡Mira abuelo, culo, culo...! Decía que todo el mundo miraba a la niña y él la estiraba con fuerza para salir del apuro y alejarse del lugar.

Vaya trago...

Un abrazo.

Ya para terminar. Cuando yo era chico tenía un amigo pastor que tenía una perra criando. Fuimos a su casa tres o cuatro niños y todos pasamos delante del animal que daba de mamar a sus cachorrillos. Al tocarme pasar a mi, salió a todo trapo y me enganchó de los pantalones y me mordió en el culo. Y el caso es que no me soltaba. ¿Habéis visto aquel anuncio de la crema nívea que un perrito estira de prenda, de la niña que está en la playa bronceándose? Pues una cosa parecida. Me tuvieron que llegar al médico y me dio unos puntos en sanas sean las partes, que no me dejaban ni sentarme. Eso es tener mala pata.

Cómo decía el amigo Cascos que era de Salamanca y le picó un alacrán un día que fuimos de tiro al Ferral, allá en León: "Éramos quinientos alumnos, treinta sargentos, veinte tenientes, diez comandantes... y el alacrán va y le pica al Cascos. ¡Que mala suerte...! Eso mismo me pasó a mí: Entre cuatro, va y se engancha a mis posaderas la dichosa perrita.

Buena tarde amigos.

Un abrazo.

Muy buenas noches abuelo
Muy buenas noches dezanos
Que si los alacranes, que si los perros
De los alacranes si tengo algo oido, pero si vi alguno de pequeña ya poco quedó en los recuerdos.
De lo que si me acuerdo y eso no se me olvida fue de la mordedura de un perro -Mastín- que me dejo su huella y aún la conservo en mi brazo y en la pierna.
Aquel mastín que teniamos como guarda de los almacenes, era un perro que nos dieron "ya mayor", era grande y sólo hacia caso a ciertas personas de casa. Pero aunque a los demás no nos hacia caso tampoco tuvimos problemas con él. Pero en una ocasión estando yo en el almacén, mi padre o mi hermano, no recuerdo bien quien, me mandaron entra a no sé que cosa dentro y con la mala fortuna que el perrito estaba comiendo -total- que como el perruco se imagino que le iba a quitar la comida pues no tuvo otra ocurrencia que engancharme y el suto fue garrafal. Desde aquel día el perro cada vez que veia, me ponia mala cara. Y yo con el miedo en el cuerpo, sólo de verlo, vamos que se me ponia carne de gallina, si que haciamos muy buena pareja.
Ya con los años, se volvio más raro, pero en el fondo yo creo que fue un buen perro. Yo ahi tuve mala pata, la verdad. Pues el animal defendia lo suyo -que era la comida-
Pues eso buen dormir, y hasta mañana si Dios quiere.


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