Para hacer frente a las cortas miras de los políticos y personajes públicos y el partidismo mediático que alcanza las televisiones y los periódicos, es necesario tomar bríos y energía para seguir caminando. Es necesario hacer un sitio a la bondad y grandeza del ser humano. Vienen a mi memoria Vicente Ferrer y Eduardo Puelles. La valentía del demoledor mensaje de la viuda de Puelles a los terroristas y la demostración de su coraje, serán sin duda un revulsivo contra la cobardía de unos y el silencio cómplice de otros y de la sociedad vasca, durante demasiado tiempo anestesiada por el nacionalismo. La nobleza y generosidad de Vicente Ferrer no ha tenido límites. Su trabajo afanoso a favor de los pobres, les ha hecho soñar que tenían un destino que cumplir. Ver a miles de hindúes desfilar por su camilla ardiente y arropar a su familia con dolor, cariño, pena, gratitud… es reconfortante y ejemplarizante. Cuántas cualidades atesoraba. Emprendedor visionario, economista y humanista comprometido con los pobres, estratéga … A ambos, gracias por su ejemplo.
saludos
saludos
