LA IGNORANCIA (ACOMPAÑADA DE PREPOTENCIA) ES MUY ATREVIDA
Hace unos meses, en una tertulia radiofónica se hablaba de la violencia en general. El desgraciado caso de Marta del Castillo era un tema, entre otros, de conversación. Un tertuliano muestra su preocupación por la violencia con componentes sádicos que se da cada vez más entre jóvenes que graban sus fechorías para luego difundirlas por internet. También muestra su inquietud por la trivialización de la crueldad que se observa en videosjuegos o películas que celebran el sadismo y el sufrimiento de seres humanos.
Y mira por donde, esta preocupación lógica de este contertulio (debe ser un retrógrado moralista) se ve refutada por los otros invitados que se tienen por progresistas y cargan contra él argumentando (?) que esto no es nada nuevo y que antes también se jugaba a indios y vaqueros, se contaban cuentos cargados de crueldad o se enseñaban las fábulas de Esopo (sic). Con un par. (Esopo era otro retrógrado moralista, supongo.) Podían haber comentado, estos avanzados, que las tragedias griegas, y las películas de romanos, y las del Oeste, y las de la 2ª Guerra Mundial, y las obras de Shakespeare, y la Pasión de Jesús (otro retrógrado moralista) o la propia expulsión de los mercaderes del templo, etc. etc. etc. estaban cargadas de violencia.
Si estos tertulianos no saben distinguir la exposición de la maldad o hechos crueles como reflejo de la acción del ser humano (como crítica y desde una reflexión ética) con su conversión en espectáculo frívolo y para diversión de descerebrados, habrá que convenir que son unos ignorantes prepotentes que confunden la velocidad con el tocino o las témporas con el culo. Si no vamos hacia la barbarie, falta poco. Y se dicen progresistas. Vivir para ver.
Hace unos meses, en una tertulia radiofónica se hablaba de la violencia en general. El desgraciado caso de Marta del Castillo era un tema, entre otros, de conversación. Un tertuliano muestra su preocupación por la violencia con componentes sádicos que se da cada vez más entre jóvenes que graban sus fechorías para luego difundirlas por internet. También muestra su inquietud por la trivialización de la crueldad que se observa en videosjuegos o películas que celebran el sadismo y el sufrimiento de seres humanos.
Y mira por donde, esta preocupación lógica de este contertulio (debe ser un retrógrado moralista) se ve refutada por los otros invitados que se tienen por progresistas y cargan contra él argumentando (?) que esto no es nada nuevo y que antes también se jugaba a indios y vaqueros, se contaban cuentos cargados de crueldad o se enseñaban las fábulas de Esopo (sic). Con un par. (Esopo era otro retrógrado moralista, supongo.) Podían haber comentado, estos avanzados, que las tragedias griegas, y las películas de romanos, y las del Oeste, y las de la 2ª Guerra Mundial, y las obras de Shakespeare, y la Pasión de Jesús (otro retrógrado moralista) o la propia expulsión de los mercaderes del templo, etc. etc. etc. estaban cargadas de violencia.
Si estos tertulianos no saben distinguir la exposición de la maldad o hechos crueles como reflejo de la acción del ser humano (como crítica y desde una reflexión ética) con su conversión en espectáculo frívolo y para diversión de descerebrados, habrá que convenir que son unos ignorantes prepotentes que confunden la velocidad con el tocino o las témporas con el culo. Si no vamos hacia la barbarie, falta poco. Y se dicen progresistas. Vivir para ver.