Joaquín García Morato (2)
El piloto radiante de alegría, corrió a buscar a Morato y cuando lo encontró exclamó " ¡Mi capitán, ya sé su lema! "Vista, suerte y al toro" Ahora tendrá que cumplir su promesa. Como es de suponer, Morato se quedo muy sorprendido pero el lema le gustó tanto que lo adopto como lema de la escuadrilla y cumplió su promesa incorporando al piloto a su grupo.
El 4 de abril de 1939 Morato participó en un simulacro de combate aéreo en el aeropuerto de Griñon para filmar unas típicas escenas de combate aéreo. Participaban en el simulacro Morato con su Fiat número 3-51, un Messerschmitt BF-109 un Rata y un Chato. Cuando hubo terminado el rodaje, sacado desde otro avión, Morato, en vez de aterrizar, dio comienzo a una exhibición de vuelo acrobático. Fue un espectáculo digno de verse. Segundos antes de estrellarse picó velozmente y pasó rozando todo lo largo del campo, para volver a remontarse verticalmente hacia el cielo, pero de repente y sin explicación posible, cuando el avión llegó al límite de la subida, se detuvo un instante y dio el tornillazo de la mortal barrena, estrellándose en un extremo del aeropuerto justo cuando estaba a punto de lograr enderezar su avión.
El piloto radiante de alegría, corrió a buscar a Morato y cuando lo encontró exclamó " ¡Mi capitán, ya sé su lema! "Vista, suerte y al toro" Ahora tendrá que cumplir su promesa. Como es de suponer, Morato se quedo muy sorprendido pero el lema le gustó tanto que lo adopto como lema de la escuadrilla y cumplió su promesa incorporando al piloto a su grupo.
El 4 de abril de 1939 Morato participó en un simulacro de combate aéreo en el aeropuerto de Griñon para filmar unas típicas escenas de combate aéreo. Participaban en el simulacro Morato con su Fiat número 3-51, un Messerschmitt BF-109 un Rata y un Chato. Cuando hubo terminado el rodaje, sacado desde otro avión, Morato, en vez de aterrizar, dio comienzo a una exhibición de vuelo acrobático. Fue un espectáculo digno de verse. Segundos antes de estrellarse picó velozmente y pasó rozando todo lo largo del campo, para volver a remontarse verticalmente hacia el cielo, pero de repente y sin explicación posible, cuando el avión llegó al límite de la subida, se detuvo un instante y dio el tornillazo de la mortal barrena, estrellándose en un extremo del aeropuerto justo cuando estaba a punto de lograr enderezar su avión.
