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DEZA: El tres de cada palo de cartas tenía el mismo tratamiento...

Cuando yo era chico, en tiempos del crudo invierno que nos tocó vivir, como no teníamos tantos deberes ni derechos como ahora, cuando no se podía estar en el hogar correteando por las calles del pueblo, nos reuníamos en alguna casa y jugábamos a la "dera". La dera se juega con una baraja de naipes normales en donde las cartas tiene un valor establecido: Los oros, ganan los más menoros; las copas, las más pocas; los bastos, los más altos y las espadas, las más alzadas.
El perdedor de este juego paga su desgracia recibiendo un castigo que consiste en ser golpeado en la espalda por sus compañeros, mientras que no salga el orete, que previamente se ha barajado en la baraja y que se desconoce su paradero. Se le pedirá si quiere que le den la dera, por debajo o por encima y se empieza el castigo. Irá recibiendo manotazos de sus compañeros en la espalda, hasta que se descubra el As de oros, sacando carta por carta encima de la mesa. En ese momento puede arañar a todos los jugadores, mientras estos no logren tocarlo.

Un abrazo.

Cuando se daba "la dera" había una forma, a manera de cancioncilla en la que iban anunciando las cartas. Así, si salía una de las cartas más comunes se decía: Oros ves al monte a por los toros; si era bastos: Bastos ves al monte a por bisaltos. Si copas, copas ves al monte a por bellotas y si espadas, espadas ves al monte a por azadas. Si era un As tanto de un palo como del otro se decía: As repelarás, en la huerta de un francés había una gallinita con treinta pies, uno dos y tres. Mientras se iba contando la retahíla de letanías, el sujeto que pagaba iba recibiendo su buena tanda de palmetazos en la espalda, de los compañeros. A veces hasta llorar de rabia.

Un abrazo.

El tres de cada palo de cartas tenía el mismo tratamiento que el As. Las figuras tenían también su cancioncilla y era así: La sota: Sota sotana cochina marrana que te cagas y te meas en la cama todas las semanas. El caballo: Caballo caballero con capa y sombrero cuantas estrellas hay en el cielo, una estrella y un lucero. Y el rey: Rey reinando por las montañas tirando "cuetes" (cohetes) con una caña.

Al salir el Orete se acababa la partida, posiblemente con alguna mano arañada por la rabia del perdedor.

Un abrazo.