Hermosa campana de un tamaño considerable y de una belleza extraordinaria. Se fundió aquí en Deza en el barrio de la Taranzana, el año 1903, siendo Cura Párroco de Deza, Don Baldomero Santomera. He conocido algunas personas que la volteaban ellos solos; pero se tenían que tener agallas pues se había que asomar todo el cuerpo fuera de la torre, para darle impulso. Una de esas personas fue el hijo del sacristán que se llamaba como su padre Emiliano y que le sustituyó en el cargo. Pero como el jornal no era muy bueno, emigró y fue a parar a Valencia. No he sabido de él, nada más desde que marchó. Las funciones del Sacristán eran las de tener cuidado de la iglesia y de las cosas del culto y entierros, tocar el órgano todos los domingos, tocar a misa con las campanas, a mediodía, a las oraciones por la noche y dar cuerda al reloj de la torre. También hacía las obleas para las celebraciones y era el amo de los pichones que criaban las palomas en la torre y las bóvedas. Puede que este fuera el mayor provecho que sacara de su oficio pues ya he dicho que su sueldo era muy escaso. El Sr. Emiliano padre era muy sordo; pero a pasar de ello muy buen músico tocando con facilidad varios instrumentos de cuerda y viento. Al órgano de la iglesia le hacía hablar. El hijo también tenía sordera, menos acusada y también era músico; pero no tan bueno, creo yo. Los dos, excelentes personas y de un buen recuerdo.
Un abrazo
Un abrazo