Esta foto corresponde a las ruinas del monasterio de Cantavox. Como ya he comentado en anteriores participaciones, cuando voy por Deza, acostumbro a hacer senderismo con algunos amigos por su extenso término para contemplar y recordar aquella querida tierra en que tuve la suerte de nacer y donde me crié. Son muchos los lugares adonde ir y disponemos de unas rutas y unos mapas para informarnos. Además de practicar el senderismo, nos acercamos a otros lugares cercanos que nos puedan aportar historica, cultural o simplemente por curiosidad algún conocimiento de arte o costumbres. En una de esas excursiones, que pienso repetir este año, sentimos curiosidad por conocer la antigua ubicación del monasterio cisterciense de Cantavox; como no sabíamos su situación exacta, preguntamos en Torlengua y nos indicaron que sería mejor que nos acercásemos a Fuentelmonge, puesto que desde allí quedaban más cerca y de mejor acceso con el coche. En Fuentelmonge preguntamos a unas mozas que estaban junto a la casa rural por su localización y ellas, muy amablemente, nos indicaron el camino, pero en alguna bifurcación, nos perdimos y dimos con las ruinas de un viejo molino junto al río que, en principio confundimos con las del monasterio. Regresamos de nuevo al pueblo y volvimos a preguntar. Un señor tuvo la deferencia de acompañarnos y llevarnos hasta las mismas ruinas. Creo que el camino debería estar mejor señalizado por las visitas que recibe. Parece ser que el monasterio de Cantavox fue fundado por el rey alfonso VII para cumplir una promesa. En 1142 llegó desde Verduns una pequeña comunidad de monjes cistercienses con su primer abad Rudolfo y se instalaron en el lugar inhóspito, ya construido en parte, que muestra la foto, hasta que en 1162 fue trasladado a Santa María de Huerta donde estos monjes hortelanos- ora et labora-, encontraron junto al Jalón un lugar mas idóneo. Nuestro ilustre paisano Martín de Finojosa fue su cuarto abad. Fue nombrado obispo de Sigüenza hasta que, renunciando al episcopado, regresó al monasterio realizando gran parte de las obras que existen actualmente. Su sobrino Martín Nuño las continuó. Colaboró también don Rodrigo Ximénez de Rada, arzobispo ilustre, participante y cronista de la batalla de Las Navas de Tolosa, cuya estatua junto con la de San Martín se puede ver en el centro del jardín que rodea el claustro. Aunque el término geográfico no pertenece a nuestro pueblo, es un lugar ligado a la historia de Deza y, tanto las ruinas de Cantavox como el monasterio de Huerta, merecen ser visitados.
Un saludo.
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