Los lebratos o arnacas como se conocen en nuestro pueblo, no reciben cuidados parentales. A partir del tercer días las hebras colocan a los lebratos en lugares diferentes que solo visitan al atardecer para amantarlos durante un periodo de tiempo muy corto, ya que las crías son capaces de comer, correr y defenderse por si mismos desde los primeros días de su nacimiento.
Un abrazo.
Un abrazo.