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DEZA: Hola amigos: El otro día relataba Pefeval, con gran...

Hola amigos: El otro día relataba Pefeval, con gran realismo, los frios inviernos de Deza. Nevando o con viento las temperaturas eran heladoras, algunos días en la escuela no rebasábamos los diez grados. Hoy hablando con mi amiga del alma, de corazón cálido y frías manos, hemos recordado los sabañones. Todavía conservo la cicatriz de uno que tuve en la parte superior del pie, cuando lo habitual era que los dedos fuesen los más afectados. También recuerdo algunos en las orejas, de tal magnitud, que la parte superior caía por el peso de la inflamación. ¡Y cómo picaban los puñeteros!

Un abrazo
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
José Luis: tocas un tema ya casi olvidado, los sabañones. Ahora parece que nadie se queja de esa molesta dolencia, pero yo también recuerdo esos horribles picores; a mi únicamente me salían en las orejas, pero casi siempre se me infectaban, bien porque me los rascaba o como en una ocasión, aunque parezca increíble, en que me los pisaron en la escuela. Si señor: era una mañana de esas en que estaba nevando, y la maestra nos dijo que el recreo sería sin salir de la clase, así que nos pusimos a jugar ... (ver texto completo)