Esta ablentadora, que es como realmente se llamaban en Deza esta hecha a mano por nuestro artista Enrique. A pesar de ser pequeña, pues ya vemos que es una miniatura, funciona igual que una de verdad. Le das vueltas al volante y se mueven todos los mecanismos. Es impresionante la cantidad de maquinaria que ha hecho en sus ratos de ocio. Claro que con una maquinilla tan pequeña, nunca hubiésemos acabado las faenas del verano. Y tener el grano recogido, era la principal función del agricultor. Al fin y al cabo venía a ser el fruto de sus sudores.
Buenas tardes Deza.
Un abrazo.
Buenas tardes Deza.
Un abrazo.
En Deza hubo un tiempo en el que se fabricaron máquinas de ablentar. Se encargaban las partes metálicas y se construía la caja que era prácticamente de madera y chapa. El tio José, carpintero, no se tenía que haber amilanado pues tenía varios hijos y hubiese montado un gran taller y en nuestro pueblo en aquel tiempo, estaba asegurada la venta de todas las que se hicieran. Pero no lo hizo, quien sabe por qué. Las máquinas hechas en Deza, que fueron bastantes, se llamaban chocolateras, quizá por aquel color que las caracterizaba. Todas estaban pintadas de marrón oscuro, de aquella pintura basta con la que se restregaban las puertas, con brocha. Parecía que no había otra cosa. Con lo bonitas que hubiesen estado decoradas con diferentes tonos...
Un abrazo.
Un abrazo.
