Me dijo Valerio, en una conversación que tuvimos sobre el arco de San Blás que hay arco para rato con el refuerzo que realizaron en la curvatura. Según su opinión no solamente tenemos arco para rato, sino que lo verán nuestros hijos, nietos y tataranietos. Todo esto se hizo gracias a la aportación de poco más de doscientos euros, de personas anómimas y que se gastaron en cemento y varillas de acero. El trabajo de unos pocos voluntarios fué gratis Gracias a todos ellos. Aún quedó pendiente el poner una mesa debajo del arco, cuya base sería un rodillo de aquellos de las eras, en un rellano desde donde poder contemplar el bonito paisaje que se divisa desde allí. Un abrazo del abuelo.