3 meses GRATIS

DEZA: Coincido en tu apreciación de los sonidos, sobre todo...

Coincido en tu apreciación de los sonidos, sobre todo de los sonidos familiares que tenemos grabados en el cerebro. Alguien dijo que los sonidos no se mueren en el espacio, no se desvanecen en los tiempos; se seguirán repitiendo en nuestra memoria.
La matraca era un rectángulo de madera de aproximadamente 50por25-quizás algo mas grande; no lo puedo precisar con objetividad porque lo veía con mis ojos de niño-. Recuerdo que era de color negro y que llevaba tres pesadas asas de hierro que, al hacerla oscilar con fuerza, percutía en unos remaches que hacían un ruido horrible. Se tocaba al mediodía, y cuando había que anunciar algún acto litúrgico. Había que pasearla por todo el pueblo. Ya sabes que estaba prohibido tocar las campanas durante esos días.
Gracias a ti, que tanto colaboras en mantener este foro vivo.¡¡¡!!!