Antes en Deza casi todos los jóvenes se sentían toreros. Los abuelos de los abuelos de ahora( cómo pasa el tiempo ), toreaban toros bien grandes, según contaban. A medida que han ido pasando los días, eso de torear se ha ido dejando para los profesionales que generalmente son meletillas que empiezan a saborear el gusto del toreo en estas plazas de pueblo. Algunos han llegado lejos y han sido famosos.