En el campanario de la torre de la iglesia de Deza, había muy pocas palomas que hiciesen nido y muy pocas también las que lo visitaban. Desde que se tapó la ventana de la palomeray ya no pueden entrar en las bóvedas y ahora lo inundan todo. Incluso en las escaleras de subida al campanario hacen los nidos, en medio o en el menor recodo que encuentran. El piso del campanario y las escaleras últimas, están llenas de excrementos y la campana Santa María toda ella sucia, sobre todo por la parte de dentro que no se lava al no tocarle la lluvia. Una cosa desastrosa...de verdad. En esta foto vemos una paloma posada encima de la cabeza de la campana. Un abrazo.