colegiata de san pedro, DEZA

"Ciencia sin conciencia no es más que ruina para el alma." Rabelais (siglo XVI)
Los Sanjuanes están a punto de terminar. Echas la vista atrás y compruebas que se ha ido el tiempo volando. Qué cercano y a la vez qué lejano ese “Miércoles El Pregón”. A aquella chica con la que cruzabas miradas, o puede que echases algún baile, no has conseguido arrancarle: “Quiero escuchar de tus labios, de nuevo cariño mío, la promesa que me has hecho, a la orillita del río…” Han terminado los fuegos y La Banda de Música junto a los Jurados salen desde la Dehesa camino a la plaza Mayor. Adiós...
Pefeval dejó el relato de “El Lunes de Bailas” en el momento preciso –ya habrá ocurrido hace poco más de dos horas cuando tecleo estas líneas- en que la gente es rociada de agua desde los balcones en su bajada a la pradera de San Polo, allá cerca de donde San Saturio vela desde su ermita para que todo salga bien, que aunque no tenga capotillo como San Fermín, también echa una mano si se tercia. Dando un paso atrás hasta el momento de la rociada con agua –nada que ver con aquel “agua va” de las ciudades...
Hoy, sí, es San Pedro y San Pablo (no dejemos de lado a este último).
De ellos hay tanto que decir que espero que anónimo 4305 nos cuente algo. Felicidades a todos los "Pedros" y "Pablos".
También amigos, en aquellos años, estuve merendando en la pradera de Valonsadero con viandas caseras de nuestra amiga Pilar y el vinillo casero de Seve, viendo desde el burladero, tentar los toros y el espectáculo de la suelta del ganado con docenas de picadores a caballo...

He tenido la suerte de volver estos días por allí y comer en la chopera que hay en la casa del guarda, en un ambiente de completa calma y sosiego. Dos días más tarde se llenaría de nuevo, la pradera, con una ingente multitud...