Una
foto de la
romería de
San Roque en la que aparecen, sobre un
caballo alazano, dos buenos
amigos: uno desgraciadamente desaparecido y el otro recién jubilado,-la foto, muy deteriorada, he procurado restaurarla con photoshp-. Era día de gran
fiesta; se engalanaban los
carros con ramas de olmo muy verdes, recién brotadas y, mientras subía la
procesión por la empinada cuesta, los
caballos y mulas formaban una pintoresca caravana hasta la
ermita junto a los carros de las cuadrillas. Después de la misa y de entonar unas coplas al
Santo, comenzaba la bendición de los
campos con un hisopo de espigas, se realizaba la subasta de
rollos, conejos y pollos, y se formaban los corros familiares o de
amistad esperando el reparto del
pan y el vino para acompañar la viandas de que íbamos provistos. Mientras, la charanga o la
banda de Torrijo amenizaba la fiesta.