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DEZA (Soria)

Serpiente bajo el agua
Foto enviada por el abuelo

Nuestros amigos nos siguen contando cosa de las culebras. Es cuestión se seguir con las crónicas de las que maman...

Nos dice Dilios que en su pueblo (de Burgos) cuando las ovejas tenían ubres mordidas decían que eran las comadrejas.

No sabíamos que las comadrejas mamaran de otras ubres que no fuesen las de su especie. Está bien este informe.

Un abrazo.
Está muy bien el informe de Ramiro. Lo trancribiré con sus mismas palabras:

"Un amigo que es beterinario me conto mientras estabamos en una finca que el trabajaba para unas personas que tenian mucho dinero y el trataba los animales de sus fincas y ay tenian muchos animales exoticos y tenian tigres, vacas, avestrus, hienas, Rinoserontes, etc, y tenian unas vacas de una raza muy costosa.

y un dia la vaca tuvo un ternerito y todo andava vien asta que la vaca no le queria dar leche a su ternero ... (ver texto completo)
Nuestros amigos nos siguen contando cosa de las culebras. Es cuestión se seguir con las crónicas de las que maman...

Nos dice Dilios que en su pueblo (de Burgos) cuando las ovejas tenían ubres mordidas decían que eran las comadrejas.

No sabíamos que las comadrejas mamaran de otras ubres que no fuesen las de su especie. Está bien este informe.

Un abrazo.
Enrique Gracia Trinidad

Nombre del Poema: ¿QUÉ DIABLOS ESCRIBO YO EN LA AGENDA?

Me levanté por la mañana,
la fecha es lo de menos,
dispuesto a ser vulgar, como se debe,
pero no funcionaba la rutina.
Alguien debió quitar los plomos de la mediocridad
o a Dios se le olvidó que era jornada de trabajo.
Estaban mal cerrados, goteaban
los grifos de la noche.
Una tremenda multitud de gatos
desfiló, parda y seria, delante de mi ombligo,
supo a cuero el café,
el pan saltó del tostador a un agujero negro,
y al salir por la puerta
me encontré una escalera caprichosa,
sólo tenía un escalón de cada
cua-
tro.
Hice de Indiana Jones y, como pude,
conseguí aterrizar en el portal, salí a la calle.
Seguía sin saberse nada nuevo del día.
Estaba abierto el quiosco de la Luna
y atrapé dos periódicos al vuelo,
sus hojas de lechuga y de palmera, en chino mandarín,
contaban los sucesos del último milenio:

“Guillermo Tell asesinó a su hijo,
la flecha dio en el ojo derecho limpiamente
y dos fotos redondas, de manzana exclusiva,
ilustran el suceso”
“Colón descubrió América en un rapto
de locura y sabinas,
y la Venus de Milo fue sorprendida un siglo de estos
acariciando con pasión,
es un decir,
a los siete enanitos y al último mohicano”
“Todo ha pasado ya, la Historia se repite,
y ahora los bancos dan un interés de porcelana de Limoges
a quien encuentre un trébol
con hojas comestibles y un reloj en el tallo”

Cierro el periódico y lo cuelgo
en la oreja
de una cariátide gomosa
que se rasca las nalgas con la ilustre fachada
de un estanco.
Mientras los girasoles proponen una huelga
contra un sol que no quiere dar la cara,
yo me siento en el filo de un libro de cocina,
balanceo los pies sobre la eternidad
y echo recetas a los pájaros.

Vaya una forma idiota de perderme otro día.

De “Restos de almanaque” 1993 ... (ver texto completo)
Que bien esta esta foto, me encanta Abuelo