El rastrón era una herramienta que se empleaba para el arrastre de cosas pesadas, tal como piedras gordas que se ponían encima y se estiraban con algún animal de labranza, bien fuesen mulas o bueyes. Todo dependía del "motor" que uno tuviera a su alcance. Hoy en día ya no tiene sentido esta clase de enseres en uso desde hacía siglos y muchos de ellos acabaron en la lumbre, para calentarse. Este que vemos se lo comerá la humedad de la lluvia y el tiempo que todo lo arrasa.
Un abrazo.
Un abrazo.
