Aquí había una prensa para extraer algo de vino al orujo de la uva, que flotaba en el lagar cuando estaba lleno y que se quedaba en el fondo de éste al sacar el vino por un agujero. Era una prensa rudimentaria en la que el orujo se rodeaba con una gran maroma, alrededor de un madero con rosca sobre el cual se hacía rodar un artilugio que apretaba a fuerza de estirar de una palancas, un montón de hombres. No salía gran cantidad de vino; pero por lo menos se hacían buenas farras pues la venta del ollejo de la uva que quedaba al final, se destinaba a cenas de los socios de aquel lagar que se prensaba. Más tarde el tio Valeriano compró una prensa más moderna, que ahorraba trabajo y daba más rendimiento y que es la que tienen los carpinteros, que son sus nietos. Yo he prensado uvas en otra prensa en Deza que tenía el tio Elías el cartero, al final de la Calle de las Eras. El rendimiento del primer modelo de prensa era muy bajo. En las modernas se sacaba más vino; pero no valía gran cosa y el ollejo lo pagaban más barato puesto que salía menos alcohol, al quemarlo. Recuerdos de Deza. Saludos. ... (ver texto completo)
