Arte del toreo, pase de pecho
Chiste.
— ¿Tú eras fisioterapeuta?
—Sí.
— ¿Se dice contracción o contractura?
—Contractura.
—Pos me he comprao un coche contractura a las 4 ruedas.
— ¿Tú eras fisioterapeuta?
—Sí.
— ¿Se dice contracción o contractura?
—Contractura.
—Pos me he comprao un coche contractura a las 4 ruedas.
¿Qué son los dichos en español?
Un dicho es una frase hecha o un enunciado que expresa, con gracia o ingenio, un concepto cabal. La palabra, como tal, deriva del participio de decir, que proviene del latín dictus y dictum
Un dicho es una frase hecha o un enunciado que expresa, con gracia o ingenio, un concepto cabal. La palabra, como tal, deriva del participio de decir, que proviene del latín dictus y dictum
Fauna urbana, cernícalo en vuelo
Bello animal este cernícalo, tenemos una colonia de estos bonitos animales en Bernuy de Coca.
Bello animal este cernícalo, tenemos una colonia de estos bonitos animales en Bernuy de Coca.
Chiste.
- ¿Cuánto cuesta aquí un masaje?
- Depende del tiempo.
- Bien... digamos que llueve.
- ¿Cuánto cuesta aquí un masaje?
- Depende del tiempo.
- Bien... digamos que llueve.
Chiste.
CHISTE DE ARGUIÑANO DEL COTILLA
Dice que va uno adonde el cura a confesarse:
-Padre me acuso de ser un cotilla
-Nada, dos padres nuestros y un Ave María
Y dice el chaval:
-Por cierto, ¿Qué hizo San José con la carpintería? ¿La traspasó o la vendió? ... (ver texto completo)
CHISTE DE ARGUIÑANO DEL COTILLA
Dice que va uno adonde el cura a confesarse:
-Padre me acuso de ser un cotilla
-Nada, dos padres nuestros y un Ave María
Y dice el chaval:
-Por cierto, ¿Qué hizo San José con la carpintería? ¿La traspasó o la vendió? ... (ver texto completo)
Refranes y su significado.
No es oro todo lo que reluce.
Nos señala la importancia de no dejar llevarse por las primeras impresiones. Es decir, intentar nunca confiar en las apariencias.
No es oro todo lo que reluce.
Nos señala la importancia de no dejar llevarse por las primeras impresiones. Es decir, intentar nunca confiar en las apariencias.
Cocina española, ancas de rana con tomate ajo y guindillas
Arte del toreo, derechazo
Chiste.
DE BAUTIZO…
Cura: ¿Qué nombre le va a poner al niño?
Madre: Lunes tormentoso.
Cura: Pero si eso no es un nombre…
Madre: ¿Ah, no? ¿Y Plácido domingo sí?
DE BAUTIZO…
Cura: ¿Qué nombre le va a poner al niño?
Madre: Lunes tormentoso.
Cura: Pero si eso no es un nombre…
Madre: ¿Ah, no? ¿Y Plácido domingo sí?
Chiste.
Un taxista le dice a su cliente.
- Me encanta ser taxista, soy mi propio jefe y nadie me dice lo que tengo que hacer.
- Ya... Gire a la derecha en la próxima calle....
Un taxista le dice a su cliente.
- Me encanta ser taxista, soy mi propio jefe y nadie me dice lo que tengo que hacer.
- Ya... Gire a la derecha en la próxima calle....
Chiste.
« ¡A mí, sin espuma, que soy de Bilbao!»
Un vasco entra en una barbería y cuando ve que el peluquero coge la brocha y la espuma para afeitarlo, le dice:
“Pero, ¿qué hace? ¡A mí sin espuma, que soy de Bilbao!”.
El barbero le mira extrañado y nada más empezar a afeitarlo a navaja y sin espuma, le hace un corte sin querer en la cara. “Perdone, mejor voy a ponerle espuma…”, dice el peluquero.
“Le he dicho que sin espuma, que soy de Bilbao!”
El barbero le sigue afeitando y de repente, zas: otro corte, esta vez más grande. El vasco vuelve a sangrar y cuando el peluquero va a coger la espuma de afeitar, le agarra la mano y le dice:
“ ¡Que soy de Bilbao, a mí sin espuma!
El barbero continúa afeitando todo nervioso, temblando, hasta que se le va la mano y le hace un corte todavía más grande en la oreja. El vasco, con las lágrimas asomándole por los ojos, le dice al peluquero:
“Mire, póngame un poco de espuma que no soy del mismo Bilbao…” ... (ver texto completo)
« ¡A mí, sin espuma, que soy de Bilbao!»
Un vasco entra en una barbería y cuando ve que el peluquero coge la brocha y la espuma para afeitarlo, le dice:
“Pero, ¿qué hace? ¡A mí sin espuma, que soy de Bilbao!”.
El barbero le mira extrañado y nada más empezar a afeitarlo a navaja y sin espuma, le hace un corte sin querer en la cara. “Perdone, mejor voy a ponerle espuma…”, dice el peluquero.
“Le he dicho que sin espuma, que soy de Bilbao!”
El barbero le sigue afeitando y de repente, zas: otro corte, esta vez más grande. El vasco vuelve a sangrar y cuando el peluquero va a coger la espuma de afeitar, le agarra la mano y le dice:
“ ¡Que soy de Bilbao, a mí sin espuma!
El barbero continúa afeitando todo nervioso, temblando, hasta que se le va la mano y le hace un corte todavía más grande en la oreja. El vasco, con las lágrimas asomándole por los ojos, le dice al peluquero:
“Mire, póngame un poco de espuma que no soy del mismo Bilbao…” ... (ver texto completo)