¿Cuándo me tocará vacunarme del coronavirus? ¿Cuándo recibiré la primera dosis? Esas son las preguntas que millones de personas se están haciendo ahora mismo en España. El objetivo del Gobierno es proteger a los grupos más vulnerables frente a COVID-19, por eso las comunidades primero están vacunando a los sanitarios, y más tarde a los ancianos.
¿Y el resto de la población? Un español promedio que no trabaje en el ámbito sanitario ni sufra patologías de riesgo tendrá que hacer cola detrás de entre 850.000 y 12.000.000 personas; o lo que es lo mismo, recibirá su primera dosis, como muy pronto, en junio. Si la persona tiene menos de 40 años, la cosa incluso será más lento: se vacunará cuando haya entre 12 y 28 millones de personas inmunizadas, a partir de junio de 2021.
¿Cómo sabemos estos datos? Pues gracias a esta estupenda herramienta online publicada en la web OmniCalculator, que predice el tiempo de espera para vacunarse basándose en el calendario del Ministerio de Sanidad. Dicho calendario establece tres etapas en función del riesgo de cada grupo poblacional y la edad y el ritmo de vacunación. Lo interesante es que esta última variable puede ajustarse para que se corresponda con la proyección del Ejecutivo o bien coincida con la cadencia actual, todavía muy por debajo de lo esperado.
¿Y el resto de la población? Un español promedio que no trabaje en el ámbito sanitario ni sufra patologías de riesgo tendrá que hacer cola detrás de entre 850.000 y 12.000.000 personas; o lo que es lo mismo, recibirá su primera dosis, como muy pronto, en junio. Si la persona tiene menos de 40 años, la cosa incluso será más lento: se vacunará cuando haya entre 12 y 28 millones de personas inmunizadas, a partir de junio de 2021.
¿Cómo sabemos estos datos? Pues gracias a esta estupenda herramienta online publicada en la web OmniCalculator, que predice el tiempo de espera para vacunarse basándose en el calendario del Ministerio de Sanidad. Dicho calendario establece tres etapas en función del riesgo de cada grupo poblacional y la edad y el ritmo de vacunación. Lo interesante es que esta última variable puede ajustarse para que se corresponda con la proyección del Ejecutivo o bien coincida con la cadencia actual, todavía muy por debajo de lo esperado.