Aunque Marcelino ya trajo aquí la figura de Agapito Marazuela, vuelvo sobre este segoviano ilustre porque, al fin y al cabo, por la rapidez que se suceden los mensajes y su carácter prácticamente efímero, dan motivos para volver a recordarlo.
AGAPITO MARAZUELA
Es imposible hablar del riquísimo folklore castellano sin hacer mención de Agapito Marazuela. Así se lo han sabido reconocer diferentes grupos de música folk, como hago ahora yo mismo, trayendo aquí una reseña de su vida y obra. En agradecimiento a enseñarme amar un poco más nuestra tierra castellana, Don Agapito.
AGAPITO MARAZUELA
El pasado dia 24 de febrero, miércoles, se cumplieron veintisiete años de la muerte de Agapito Marazuela (1891-1983), otro mito de la España republicana al que la vida regaló la segunda parte que a otros negó. Maestro folclorista y militante del PCE, Agapito no corrió la trágica suerte de García Lorca, Miguel Hernández o Emiliano Barral, aunque conoció la cárcel y llegó a la vejez sin un duro después de haber sido uno de los grandes artistas de la República. Sirvan estas líneas para recuperar el Agapito de antes de la guerra, el que recorrió aldeas en busca de canciones, deslumbró con la guitarra a los intelectuales del Ateneo madrileño y no dudó en rebelarse contra el golpe de Franco.
AGAPITO MARAZUELA
Es imposible hablar del riquísimo folklore castellano sin hacer mención de Agapito Marazuela. Así se lo han sabido reconocer diferentes grupos de música folk, como hago ahora yo mismo, trayendo aquí una reseña de su vida y obra. En agradecimiento a enseñarme amar un poco más nuestra tierra castellana, Don Agapito.
AGAPITO MARAZUELA
El pasado dia 24 de febrero, miércoles, se cumplieron veintisiete años de la muerte de Agapito Marazuela (1891-1983), otro mito de la España republicana al que la vida regaló la segunda parte que a otros negó. Maestro folclorista y militante del PCE, Agapito no corrió la trágica suerte de García Lorca, Miguel Hernández o Emiliano Barral, aunque conoció la cárcel y llegó a la vejez sin un duro después de haber sido uno de los grandes artistas de la República. Sirvan estas líneas para recuperar el Agapito de antes de la guerra, el que recorrió aldeas en busca de canciones, deslumbró con la guitarra a los intelectuales del Ateneo madrileño y no dudó en rebelarse contra el golpe de Franco.