Durante determinadas épocas del año, especialmente durante las fiestas y ferias de septiembre, es fácil encontrar grupos de gente luciendo el traje charro.
Comienzo de la calle de la Rúa que nos lleva directamente a la catedral. Quizá es la calle más popular y conocida de la ciudad. Siempre está llena de gente, foráneos y paisanos, las tiendas de recuerdos, embutidos y establecimientos de hostelería copan todos los bajos de los inmuebles. El centro de la calzada, suele estar ocupado durante todo el año por las terrazas de bares y restaurantes.
Representación de un toro. Es de la época de los vetones, pobladores de estas tierras en la antigüedad, sobre todo, al sur del río Tormes. Es famoso por ser citado en la obra de "El Lazarillo de Tormes"
La Iglesia Nueva del Arrabal en primer término. Al fondo se observan las torres de la Catedral, de la Clerecía y la espadaña de la Universidad.
Este palacio forma parte del Actual Museo Provincial, generalmente se accede desde el Patio de Escuelas de la Universidad y, ocasionalmente, también se abre esta entrada.
En los accesos de la carretera de Béjar, N-630. Desde esta carretera se contempla una de las vistas más preciosas de la ciudad.
Entrada o salida del Patio de Escuelas Menores de la Universidad. Es raro encontrar abierta la reja que la protege.
Salida o entrada sur, hacia la plaza del Poeta Iglesias.
Bonita y Monumental plaza, agradable para pasear y descansar, tanto en las mañanas, como en la tarde. Muy fría en invierno.
Poco es lo que nos queda de los distintos recintos amurallados que tuvo la ciudad a lo largo de los siglos. Este lienzo se encuentra en el Paseo del Rectos Esperabé, forma parte de la muralla más antigua que tuvo Salamanca.
Tomás Cámara y Castro, más conocido como Padre Cámara fue obispo de la diócesis de Salamanca desde1855 a 1904. Había nacido el 19 de septiembre de 1847 en Torrecilla de Cameros (La Ríoja) y falleció el 17 de mayo 1904 en Villaharta (Córdoba).
Monumental recinto en forma de cruz latina, de una sola nave, majestuosa y muy luminosa.
Es un lugar al que diariamente suben muchas personas para poder contemplar un extenso y maravilloso paisaje urbano. No hay ascensor y hay que subir algo más de 200 escalones.
Hasta 44 metros de altura se alza el cimborrio de esta iglesia de San Esteban.
Las escaleras de acceso a la Iglesia y Colegio de San Marcos o Clerecía, cada vez que hay algún acontecimiento que transcurre por la calle de La Compañía, se convierten en improvisadas gradas desde las que contemplar cómodamente el pase de los diferentes cortejos.