VILLAR DE GALLIMAZO: Estimado Hugo: Conozco el pueblo de Cantalpino y a...

TODO MUY BIEN, PERO HAY QUE CAMBIAR LOS EFECTOS DE LOS AIRES QUE A POVEDA LLEGABAN PROCEDENTES DEL VILLAR DE GALLIMAZO POR RAZONES QUE LUEGO EXPLICO.

A mi querido y admirado Adrian, Povedano de pro y amigo de los amigos, y a Rosalía, povedana de adopción por la puerta grande, con todo mi afecto:

Yo me siento orgulloso de estos paisanos/as (el Villar está a tiro de piedra) por distintas razones que aquí constan, es decir, por las que se pueden apreciar y ahí están con todos los honores. Lo de Rosalía me alegra un tanto más porque, según me ha parecido entender, es oriunda del Villar, pero en cierto modo guarda simpatías hacia Poveda como así nos lo ha demostrado. No en balde la vinculación entre ambos pueblos fue intensa en virtud de que el primero gozaba del privilegio de disponer de estación del ferrocarril, al cual se dirigían todos los povedanos para ir a Salamanca durante muchos años para tomar el tren "provincial" el cual salía de Peñaranda de Bracamonte a las 9 de la mañana y regresaba a las 7 de la tarde. Esa combinación para ir a la capital de la provincia prácticamente era la única (el tren correo procedente de Madrid, pasaba a las 13 de ida y a las 17 de regreso) y a ella se desplazaban los de Poveda a través de un camino de herradura en caballerías, en carros de mulas, o a pié. Por cierto, el camino que desde nuestro pueblo se dirigía a dicha estación siempre se conoció con el nombre de "el camino del Villar", y la primera cuesta que nos encontrábamos, era precisamente la llamada "De la Herradura", connotaciones éstas que no parecen pura coincidencia.

La distancia, dos leguas, al decir de entonces, casi equivalían a dos horas de camino. Por consiguientes, las vicisitudes, infinitas al contemplarlas desde la perspectiva de hoy pensando en días de crudo invierno; entonces, se veía y se soportaba casi todo con la naturalidad propia de los que no conocían otro medio de locomoción. No había automóviles (salvo el del boticario de Cantalpino), ni tampoco carreteras, pero también éramos felices a nuestra manera.

Más vayamos por lo de los aires, motivo principal de esta intromisión en corral ajeno. Cuando en Poveda llegaba el viento que procedía del Villar (es un decir), obviamente era viento que procedía del oeste, símbolo inequívoco de posibilidad de la llegada de las siempre ansiadas lluvias o zl menos de la suavización del procedente del norte, síntoma de todo lo contrario, es decir, hielos y escarchas, en muy contadas ocasiones, hasta nieve. Lo que a todos nos anunciaba el cambio era el pitido del tren, que hasta Poveda llegaba nítidamente a pesar de la distancia. La ausencia de obstáculos físicos entre el Villar y Poveda y la fuerza del viento favorable facilitaban la audición y aviso de cambio del tiempo.

El "otro", es decir, el viento del Norte, en Poveda lo llamaban "el que viene de abajo", estos es, el procedente o anunciado por los silbidos de las máquinas de los trenes que pssaban por la Estación del ff. cc de Cantalpino, La Carolina, que por la propia denominación empleada -de abajo-, es obvio que se encuentra a menor altura sobre el nivel del mar. Y al igual que en el caso anterior, cuando el tiempo, particularmente en invierno, anunciaba heladas, era cuando oíamos los pitidos procedentes de la línea Salamanca-Medina del Campo era el preludio del cambio o la prolongación del mismo.

Como verás, amigo Adrián, lo tuyo, que estaba muy bien explicado, solamente erraste en los efectos de una u otra audición, bien de los trenes que psaban por el Villar de Gallimazo, bien de lo de la Estación de Abajo (La Carolina, Cantalpino).

Daludos ferroviarios a ambos y a todos los que nos leen.

Muy buenos relatos de nuestro pasado, EFE puedo apreciar que conoces mucho la zona y tambien me entusiasma escuchar que has nombrado el pueblo de mi abuela (Cantalpino), y debido a esto es que escribo para saber si te acordas de personas que habitaban en ese lugar, mi abuela se llamaba LOZANO MARTINA, quien en el año 1910 aprox. viajaron con mi abuelo BRAVO ELOY

Estimado Hugo: Conozco el pueblo de Cantalpino y a algunas gentes de él, hace ya bastantes años, y nada más. Por otra parte, los familiares que citas y las fechas a las que se remonta tu petición -1910- obviamente no existe persona alguna en la actualidad, que yo sepa, que haya remontado el centenario para que nos diera alguna referencia. No obstante, puedo asegurarte que me consta la existencia del apellido Lozano y desdecendientes o relacionados con esa dinastía.

No obstante, creo que puedes dirigirte al Ayuntamiento de la localidad en esta misma página rogando al Secretario de la Corporación que te faciliten, acudiendo al Registro Civil que obra en el mismo, cuanto se relacione con LOZANO MARTINA y BRAVO ELOY. Inclusive, puede que hasta algún desdecendiente de esas personas o familias que lean tu mensaje, pueden dar fé de lo que interesas. Cantalpino cuenta en la actualidad con unos 2.000 habitantes y es una población que prosperó mucho en los últimos años. En suma, que estoy seguro por obvias razones, que necesariamente algún miembro relacionado con tus ancestros, sabrá contestarte mejor que yo. Conste que hace ya algún tiempo que, en esta misma página, lamenté el hecho de que nadie te hubiera contestado sobre este mismo, tema. Te saluda cordialmente, EFE.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Muchas gracias EFE, he enviado correo al Ayuntamiento pero nunca me ha contestado desde ya muchas gracias y hasta pronto