VILLAR DE ARGAÑAN: Cuantos secretos hermosos guardarán las viejas casas...

Cuantos secretos hermosos guardarán las viejas casas de nuestros mayores. Ellos por ley divina las dejaron y nosotros, sus descendientes, buscamos nuestro lugar en el mundo en otros destinos. Las casas poco a poco fueron abandonadas a su suerte; la solidez de su estructura aguantó hasta que las primeras goteras aparecieron y, con el tiempo, sus cubiertas fueron cayendo para a las pocas decenas de años convertirse en ruinas y pasar a ser objeto casi de una investigación arqueológica.
Cuantas historias se encerraban entre los muros de las viejas casas de nuestros pueblos que ya casi nadie recuerda. Los enseres que atesoraron y fueron servicio de sus moradores, fueron vendidos a anticuarios o llevados a otras casas allegadas; pero en muchos casos sucumbieron con el conjunto de la edificación. Incluso, habrá lugares en los que ya no tendrán personas que recuerden a quienes en ellas habitaron, que fue de ellos o quienes son sus descendientes. En alguna ocasión, como ha sucedido en este lugar, aparece algo maravilloso y desconocido, un horno para cocer el pan en casa y tener para varios días y aún semanas, que hace revivir en los más mayores los felices días en que el pueblo tenía habitantes, las familias que había, cuantos hijos tenían, anécdotas y un sin fin de cosas que perdurarán en tanto haya quienes puedan recordarlas.