VILLAR DE ARGAÑAN: Había transcurrido casi un siglo desde que María Teresa,...

Había transcurrido casi un siglo desde que María Teresa, nacida en Villar de Argañán el 21 de abril de 1891, abandonó, junto a su esposo natural de Alameda de Gardón, España con destino a Argentina. El matrimonio partió con dos hijos adolescentes, Heriberto y Manuela, que pronto quedaron huérfanos de padre en su nuevo país y Mª Teresa, con gran esfuerzo y sacrificio, sacó sacar adelante.
Durante años, ambas hermanas, Trinidad y María Teresa, tuvieron contacto a través de cartas –algunas todavía se conservan-, pero llegó un momento, desconocemos cuando y los motivos, esta comunicación se vio interrumpida.
María Teresa siempre transmitió su recuerdo y amor por el lugar en el que nació y que tuvo que abandonar en busca de un futuro mejor para su familia. Sus hijos, sin conocer Villar de Argañán y España, preservaron ese recuerdo y cariño hacia el lugar de su origen, transmitiéndolo a sus descendientes Sofía –hija de Heriberto- y Néstor Olivio –hijo de Manuela- Estos últimos, albergaron desde chicos el deseo de visitar el lugar de procedencia de sus abuelos y padres, haciendo realidad aquello que quienes les dieron la vida no pudieron hacer.
Prácticamente todos nos habíamos olvidado de la existencia de pariente al otro lado del Océano, pero en la otra orilla, nuestros parientes, que desconocían nuestra existencia, mantenían encendida la llama de la ilusión por visitar sus raíces y, si les era posible, conocer a los descendientes de Trinidad: a los primos de sus padres y a los descendientes de éstos.
Gracias a Internet y a José Manuel, que se hizo eco de la llamada que lanzaban Sofía y Néstor a través del foro de Villar de Argañán, pudimos establecer contacto con nuestros allegados y, después de un año manteniendo contacto a través de e-mail e intercambiando fotografías, el 19 de mayo de 2011 llegaron a Salamanca y pude conocerlos. El 20 visitaron el pueblo de procedencia de sus mayores en compañía de Olimpia y Juan José, el 21 –sábado- buena parte de los descendientes de Casilda nos juntamos en el Conde Rodrigo II de Ciudad Rodrigo. Allí, Néstor y Sofía –acompañados por Alicia, esposa de Néstor- conocieron a Mercedes –acompañada por dos de sus hijos, cónyuges y dos nietos-, a Aurita –con sus dos hijas-, a tres de los hijos de Juan Antonio (fallecido en 2001)–con sus cónyuges y tres nietos- Idilio había fallecido en enero.
Ese día, además de alegría por el reencuentro de dos ramas que tenían origen en un tronco común, también hubo lágrimas de recuerdo por los ausentes y nostalgia por un pasado que se había mantenido como dormido en la memoria de los más mayores.
Como recuerdo de ese día hicimos muchas fotografías, una de ellas es esta en la que aparecemos pletóricos de felicidad.