Como lo prometido es deuda, y este año he vuelto a
Valdelageve, aunque esta vez fuera por cuestiones más festivas, me acerqué ha saludar a la señora Inés, este es el nombre de la señora tan amabilísima y desconocida por mi parte, que tuve el placer de conocer el
verano pasado.
Y como no podía ser menos esta vez, tuvo la gentileza de, aunque brevre, conversar una vez más y de agradecerme por el simple hecho de acercarme a verla. Y aunque la memoria, volátil como un pájaro, y más a su edad, supo
... (ver texto completo)